Bankia tuvo que hacer frente el año pasado a diversos pagos a Hacienda por casi ocho millones de euros como consecuencia de las inspecciones que la Agencia Tributaria llevó a cabo en 2012 en Bancaja, según consta en el informe de gestión de 2014 presentado por la entidad financiera ante la CNMV. Tal como explicaron fuentes del banco, es práctica habitual que Hacienda abra todos los años y a todas las grandes empresas inspecciones para verificar que los impuestos declarados por cada una de ellas se corresponden con los que les tocaba abonar. La revisión se realiza sobre los cuatro ejercicios anteriores para evitar la prescripción de los cargos. En ese ejercicio es normal que se produzcan determinadas discrepancias fruto de la diferente interpretación de la aplicación de los diversos impuestos.
En el caso de Bancaja, la inspección se inició el 15 de febrero de 2012 sobre los ejercicios 2008 a 2010. En este último año, la entidad se unió a Caja Madrid y otras cinco cajas para constituir primero BFA y luego su filial Bankia. A resultas de esas actuaciones, el 28 de febrero y el 14 de marzo de 2014, el banco firmó las actas de conformidad por las que dos meses más tarde tuvo que abonar a Hacienda 698.000 euros por el IVA y 7,059 millones por el Impuesto sobre Sociedades. En las mismas fechas, Bankia recibió un expediente sancionador (procedimiento abreviado) de 35.000 euros por el IVA y de 175.000 euros por el Impuesto de Sociedades. En el citado informe, Bankia detalla que Hacienda inició su inspección sobre la propia entidad el pasado octubre. En marzo del mismo año se inició la de Caja Madrid y en junio, la de Caja Canarias. Las tres todavía sin resultados.
En 2013, la Inspección de Tributos finalizó la comprobación de los ejercicios 2006 a 2009 del Banco de Valencia, según CaixaBank, que tuvo que hacer frente a una deuda tributaria que la entidad no detalla en su memoria ni pudo precisar ayer a instancias de este diario.
