Nuevo frente a la vista en la guerra que se ha desatado en los últimos años entre las nuevas formas de economía derivadas del boom tecnológico y los sectores tradicionales. Si en Valencia acaba de estallar el conflicto entre la administración y las páginas web que comercializan apartamentos turísticos, en el horizonte se vislumbra un nuevo incendio vinculado a la economía colaborativa. Esta vez, en el ámbito de la movilidad.
El sector del taxi ya tiene listo el recurso que llevará a los tribunales en cuanto la plataforma Uber, que pone en contacto a conductores con viajeros, eche a rodar en la Comunitat Valenciana. Así lo manifiesta Fernando del Molino, presidente de la Confederación de Autónomos del Taxi en la Comunitat Valenciana, una asociación que agrupa a unos 3.000 profesionales en la autonomía.
En su opinión, esta aplicación móvil incumple el artículo 82 de la ley de Ordenación del Transporte. «Lo denunciaremos. Vamos a luchar contra esta competencia desleal y el fraude con todas nuestras fuerzas», afirma.
Como contó este diario, la compañía estadounidense de transporte privado de viajeros Uber, que hasta ahora solo está operando en Madrid, ha comenzado a sondear el mercado en busca de conductores con el objetivo de expandirse a ciudades como Valencia y Alicante.
Tiene una limitación. En estos momentos sólo opera a través de conductores que dispongan de licencias de alquiler de vehículos con conductor, las llamadas VTC. Y hay pocas de estas. La compañía necesita garantizarse un mínimo de conductores para poder prestar un servicio que cumpla las expectativas de inmediatez que tienen los usuarios al utilizar esta aplicación. En este contexto, la plataforma ha puesto en marcha una web con la que busca a estos conductores.
Uber comenzó a operar en Madrid en 2014 con un formato libre. Cualquier conductor se apuntaba para prestar sus servicios. Un juez prohibió su funcionamiento. Desde hace medio año, sin embargo, ha vuelto a operar pero bajo esta fórmula. Uber ahora solo dispone de conductores VTC asociados a su red. La premisa es que son servicios contratados con antelación. El conductor no puede buscar clientes en la calle, como el taxi.
Pero enopinión del sector, es lo mismo. «A través de la aplicación ofrecen a sus conductores asociados la posición del pasajero. Eso es captación de cliente en la calle, pero de forma virtual», defiende el presidente de los autónomos del taxi. «Dicen que ofrecen algo nuevo, cuando el sector del taxi ya tiene aplicaciones similares. Lo del transporte colaborativo es un invento. Es transporte puro y duro», concluye. La guerra está servida.
