El boom turístico que vive la ciudad de València como destino de moda en Europa, y en menor medida la recuperación del mercado español y los negocios, está llevando al aeropuerto a lograr ya en primavera registros propios de temporada estival. Los 681.746 pasajeros que han pasado por Manises este pasado mayo, un mes sin fiestas ni puentes, superan de largo los mejores agosto de la historia del aeropuerto.

Hasta este pasado 2017, cuando Manises logró su récord con 6,7 millones de pasajeros, 2007 y 2008 eran la referencia en lo que respecta a tráfico aéreo: los años dorados de la ciudad como reclamo turístico a lomos de grandes eventos como la Copa América o la Fórmula 1, antes de la crisis. Y, además, sin tren de alta velocidad, cuando el corredor aéreo València-Madrid movía un millón de pasajeros al año.

Aquellos números están quedando ahora pequeños. Por poner un ejemplo, en los meses de agosto de 2007 y 2008 pasaron por Manises 631.123 y 643.345 pasajeros, respectivamente. Son menos movimientos que este último mes de mayo. Incluso este pasado abril, con 665.000 pasajeros, se superaron las cifras de agosto de 2007 y 2008.

La desestacionalización se ha convertido en el centro de la estrategia turística de la ciudad de València y la Generalitat. Y los resultados se están consolidando. Desde que comenzó este año natural, las estadísticas de la ciudad mantienen la dinámica creciente del pasado año. Durante la temporada invernal el aeropuerto ha registrado crecimientos por encima del 20% incluso cerca del 30% cada mes, con el tráfico moviéndose por encima del medio millón de pasajeros al mes.

El tráfico internacional está siendo el motor de ese crecimiento. Efectos colaterales como la crisis política catalana y la masificación del destino Barcelona están desviando tráfico a València. Dentro de su segmento, València es uno de los aeropuertos europeos que más crece, y también destaca en movimientos intercontinentales.

Este pasado mayo, el tráfico internacional acaparó 507.519 de los 681.000 pasajeros, un 20,8% más que un año atrás. El pasaje español, en un mes sin puentes ni festividades, apenas crece un 2,1%, según los últimos datos de Aena.

En lo que va de año, entre enero y mayo, por Manises han pasado 2,88 millones de pasajeros. Es un 22,6% más que en los cinco primeros meses de 2017. De seguir esta trayectoria en la próxima campaña estival, el aeropuerto de València se situaría en la frontera de los ocho millones de pasajeros. Hace dos años, superar los seis era una quimera.

Un 14 % más de plazas en verano

Las aerolíneas quieren exprimir el destino València para este verano. Para estos meses se ofrecen 6,2 millones de plazas con destino u origen en la capital del Túria, un 14,3% más.

Destaca especialmente la apuesta por el mercado italiano, que pese a ser ya el primer cliente de forma muy destacada, va a contar con un 30% más de plazas este verano; o Alemania, que se incrementa un 26,2%.

El gigante europeo del bajo coste Ryanair es quien está sacando mayor partido de este crecimiento del destino. Es el principal operador del aeropuerto, con un 40,5% de los movimientos en los cinco primeros meses. La valenciana Air Nostrum le disputa a Vueling la segunda posición.