Mientras el Gobierno de Pedro Sánchez trata de ponerse al lado del colectivo de trabajadores por cuenta propia en toda España (2,2 millones de personas, 340.000 en el caso de la Comunitat Valenciana) las cuentas de resultados de algunos autónomos continúan sin cuadrar. Según constatan las últimas cifras de declaraciones a la Agencia Tributaria de actividad económica, correspondientes al ejercicio 2017, la Comunitat Valenciana aglutina casi 80.000 empleados en el régimen de estimación directa (son la gran mayoría frente al sistema de tributación por módulos) cuyos rendimientos del trabajo se situaron por debajo de la base mínima de cotización a la Seguridad Social: 919,80 euros mensuales; es decir, unos 11.000 euros anualmente.
Esta «sobrecotización» registrada en la Comunitat Valenciana también se repite en otras autonomías españolas, tal como reflejan las cifras del Fisco. Entre estos ocupados en el mercado laboral con ingresos tan bajos -lo que repercute en sus pensiones futuras de jubilación- se encuentran sobre todo profesionales del ámbito de los servicios, así como trabajadores del transporte y del sector agrario.
Organizaciones del sector reconocen que las últimas reformas que han afectado a los trabajadores autónomos han sido un avance en lo social pero que no han tocado aspectos fundamentales para el colectivo como la fiscalidad, la financiación y la dinamización del consumo, por lo que consideran que es hora de atajar y solventar cuestiones fundamentales para el auge y la consolidación del trabajo autónomo.
Para el presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos de la Comunitat Valenciana (ATA-CV), Rafael Pardo, las declaraciones de ingresos de los trabajadores de esta autonomía constatan que la mayoría «no está en situación precaria», aunque reconoce que la coyuntura de cuatro de cada diez autónomos «no es buena a pesar de la recuperación de la economía» dados sus ingresos tan ínfimos. En su opinión, las propuestas anunciadas por la Ministra de Empleo y Seguridad Social, Magdalena Valerio, «beneficiarán a los profesionales con ingresos inferiores, pero se perjudicará a los que tienen que cotizar más, que debería tener un carácter voluntario», puntualiza Pardo.
Una reforma que preocupa
La ministra Valerio aboga por una reforma del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) que afectaría a los autónomos que ganen menos del Salario Mínimo Interprofesional (735,9 euros al mes,) y a aquellos que ganen más de 40.000 euros netos anuales, que son alrededor de un tercio los trabajadores por cuenta propia. A su juicio, no es razonable es que un autónomo que un mes tiene unos ingresos de 150 euros tenga que pagar esa cuota de 300. Dicha reforma pretende cambiar las bases de cotización actuales que solo contemplan dos franjas y que aumenta las aportaciones de los que ingresan cantidades superiores a los citados 40.000 euros.
