En pleno proceso de reestructuración que incluye cierre de instalaciones y despidos en el viejo continente, Ford -cuenta con dos plantas de motores en Reino Unido- asegura que sufrirá un coste económico de hasta 1.000 millones de dólares (885 millones de euros) si Reino Unido abandona la Unión Europea sin un acuerdo. En ese sentido, los fabricantes de automóviles y otras empresas del sector auxiliar de la automoción han advertido sobre los perjuicios de un brexit sin acuerdo, entre otros factores por unos aranceles más altos, la interrupción de las cadenas de suministro y la posible destrucción de empleos. Ford emplea a unos 13.000 trabajadores en ese país.
Otras compañías
No se trataría de la primera compañía del sector que toma medidas ante la incertidumbre del Brexit. La semana pasada, Nissan anunció que fabricará finalmente la próxima generación del X-Trail para el mercado europeo en su planta de Hyushu, en Japón, y no en Sunderland, Reino Unido, como detalló en 2016.
El presidente de Ford Europa, Steven Armstrong, anunció el mes pasado mes de octubre al comité de empresa un plan de recorte de miles de puestos de trabajo en toda Europa para «fortalecer su posición competitiva y volver a la rentabilidad basada en las bajas voluntarias para sus trabajadores en el continente». En España, la firma tiene planta en Almussafes y emplea a 7.400 personas. Por el momento ha anunciado el cierre de su planta de componentes de Francia, así como la supresión de dos modelos en Saarlouis (Alemania), lo que afectará a 1.600 personas. Además, Volkswagen y Ford anunciaron que unirían fuerzas para el desarrollo de vehículos comerciales (furgonetas).