Las empresas de la Comunitat Valenciana que quieren conectarse a líneas de alta tensión tardan hasta tres años en conseguirlo, según denunció ayer la Asociación Empresarial Riba-roja A3 (Rib A3) y confirmaron los ingenieros industriales. El retraso ha provocado el desvío de inversiones a otras comunidades autónomas y ha bloqueado los planes de grandes consumidores de energía que quieren cambiar su contrato de baja tensión a alta tensión para ahorrar. La tramitación es compartida entre la Conselleria de Economía y las firmas distribuidoras. Los empresarios denuncian la falta de coordinación entre las distribuidoras y la conselleria, que les ha dicho que «carece de recursos humanos para atender todos los trámites necesarios con diligencia», según Rib A3.
El Colegio de Ingenieros Industriales de la Comunitat Valenciana, la Asociación de Empresarios Instaladores Eléctricos, Telecomunicaciones y Energías Renovables de Valencia (Aselec), el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de la de la C. Valenciana (Cogiti) y el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos y de Grado de Valencia han propuesto un sistema alternativo para acabar con los retrasos, que de media, según los afectados, son de dos años. Salvador Puigdengolas explicó que una solución viable es que los colegios profesionales analicen la documentación administrativa para agilizar el proceso. Los ingenieros se ha reunido con Iberdrola, que es el principal distribuidor eléctrico de la Comunitat Valenciana, para intentar resolver el problema. Fuentes de Iberdrola, cuya distribuidora se llama i-DE, señalaron que trabajan para mejorar «por lo que todas las propuestas son bienvenidas».
La Conselleria de Economía aseguró que «normalmente son algunas compañías distribuidoras las que se retrasan en la presentación de las instalaciones. La comunicación podría ser más ágil y fluida si se realizara con los promotores, algo que la normativa permite. Habría que estudiar caso por caso, pero la experiencia ha demostrado que el retraso no es tan grande como denuncian los empresarios. Dependiendo de la instalación, la normativa vigente establece la necesidad de que haya información pública y consultas a otras administraciones. En algunos casos hay que pedir la declaración de impacto ambiental».
Fuentes del parque empresarial de Riba-roja, que al igual que los ingenieros incidieron en que el problema es generalizado, lamentaron que hay empresas listas para empezar a operar y no pueden hacerlo porque llevan dos años esperando la conexión eléctrica.
Salvador Puigdengolas destacó que este tipo de procedimientos debería tramitarse como mucho en nueve meses y indicó que en otras comunidades autónomas es más ágil. «En el resto de España tarda de seis a nueve meses», aseguró.
Azulejeras de Castelló
Estos retrasos, según subrayaron los expertos, perjudican especialmente a sectores como el azulejero de Castelló. «Hay empresas que quieren cambiar su instalación de baja tensión a alta tensión para pagar menos por la energía consumida y no dan el paso por la incertidumbre de cuándo recibirán el alta. Son inversiones millonarias y en dos o tres años pueden cambiar las condiciones que ahora hacen interesante el cambio».
