Antes de que llegara la pandemia del coronavirus y lo trastocara todo con una crisis económica aún de consecuencias imprevisibles, las mujeres valencianas eran las más damnificadas en tanto en cuanto se cernía sobre ellas con mayor saña la pobreza. Los datos son incontestables. El Portal Estadístic de la Generalitat acaba de publicar un informe sobre calidad de vida en la Comunitat Valenciana, con datos referidos a 2018, en el que deja constancia de que el número de féminas que estaba bajo el umbral de riesgo de pobreza ascendía a 607.100 personas, casi 27.000 más respecto de las 580.500 del ejercicio precedente. El de los hombres, por su parte, descendió en unos 29.000, al pasar de 541.400 a 512.100. Como consecuencia de todo ello, el número de ciudadanos de la Comunitat Valenciana que entró en el territorio de la pobreza se redujo en unos dos mil: de 1,121 millones a 1,119 entre 2018 y 2017.
Ampliando el foco, el descenso entre los hombres es el primero que experimenta este colectivo desde que la recuperación económica de la Gran Recesión cobró fuerza en 2014. Las mujeres, por su parte, han ido aumentado cada año el número de ellas que se empobrecía. Ser más numerosas en oficios precarios y peor remunerados explica en buena medida esta evolución. En el análisis por grupos de edad, solo las féminas que superan los 45 años caen en número en cuanto a pobres, incluidas las que han superado los 65 años y son ya pensionistas. Por contra, la gran debacle se produce entras las más jóvenes, hasta 29 años, cuya cifra de personas bajo el umbral de pobreza crece casi en 20.000 en un año. Entre los hombres, todas las franjas de edad registran descensos, singularmente -unos 10.000- entre los menores de quince años.
Tasa de pobreza
La tasa de riesgo de pobreza en la Comunitat Valenciana se situó en 2018 en el 22,8 %, una décima menos que en el ejercicio precedente, si bien entre los hombres cae al 21,1 % y entre las mujeres sube al 24,4 %. En el primer caso se registra un descenso de 1,3 puntos, y en el segundo un alza de un punto.
Por otro lado, los datos de Estadística sitúan en el 2,9 % la tasa de privación material severa en la Comunitat Valenciana en 2018. Es casi la mitad del 5,4 % de España y además suponer un descenso considerable en relación al 7,4 % que la autonomía presentaba en el año anterior. La citada tasa mide el porcentaje de personas que viven en hogares que al menos padecen cuatro de estos problemas: no tienen capacidad para hacer gastos imprevistos, no pueden permitirse realizar una semana de vacaciones al año fuera de casa, tienen retrasos en el pago de la hipoteca o el alquiler, facturas de servicios públicos o compras aplazadas, no pueden permitirse una comida con carne, pollo o pescado (o equivalentes para los vegetarianos) al menos cada dos días, no pueden permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada cuando hace frío y no disponen de lavadora ni de televisión, ni de teléfono móvil ni de coches porque no pueden permitírselos.
Los datos de la Generalitat coinciden en el tiempo con los pronósticos efectuados esta semana por la ONG Oxfam Intermón, que auguró que la cifra de pobres en la Comunitat Valenciana como consecuencia de la pandemia del coronavirus aumentará en poco más de 76.000 personas, lo que llevará a superar los 1,3 millones de damnificados.
