Las naranjas, limones, mandarinas y pomelos procedentes de Sudáfrica presentan residuos de plaguicidas cuyo uso no está permitido en el ámbito de la UE, de acuerdo a los recientes resultados de los análisis que ha llevado a cabo la conselleria de Agricultura sobre diferentes variedades de cítricos importados en la C. Valenciana.

Los informes de laboratorio, realizados con la colaboración de la conselleria de Economía, señalan la presencia de un total de 14 residuos , tres de los cuales están actualmente excluidos de la última lista de sustancias activas permitidas en la producción comunitaria. Es el caso, por ejemplo, de la ‘carbendazima’ o el ‘propiconazol’, dos sustancias activas de uso prohibido en la producción citrícola europea. La consellera Mireia Mollà comentó ayer que esta disparidad en las condiciones de producción pone de manifiesto «el doble rasero de la normativa europea en materia de calidad agroalimentaria».

«La UE crea una situación de desequilibrio al consentir para los productos importados la presencia de sustancias activas,dentro de los límites prohibidas en nuestra agricultura y en nuestra producción citrícola», indicó Mollà. Los resultados de los análisis , que ponen de manifiesto la «competencia desleal» de Sudáfrica, según Mollà, también constatan concentraciones de plaguicidas que rozan los límites de miligramos por kilo, entre los que destaca el ‘imazalil’ un tratamiento contra el moho en los cítricos que la legislación tanto estatal como comunitaria obliga a declarar en la etiqueta del producto, así como hasta 8 residuos de pesticidas distintos en un mismo producto.