Ni el supuesto atractivo de la capital, ni la política fiscal de la Comunidad de Madrid ni el carácter cosmopolita que tuvo durante años Cataluña y singularmente Barcelona. La Comunitat Valenciana ha logrado en el último lustro retener más talento empresarial del que ha emigrado y disfruta de un saldo positivo respecto a esas dos autonomías, las principales de España en términos económicos.
Los datos del decanato en la Comunitat Valenciana del Colegio de Registradores de España revelan que desde principios de 2017 y hasta el cierre del segundo trimestre de 2021 un total de 1.789 mercantiles habían trasladado su sede social a cualquiera de las restantes autonomías españolas, mientras que de otras zonas del país habían venido a instalarse a la Comunitat Valenciana un total de 2.435. Ambas cifras revelan un saldo positivo de 646 sociedades.
Independentismo
La autonomía ha sido, tras Madrid, la gran beneficiada por la fuga de empresas que padeció Cataluña a partir del cuarto trimestre de 2017, cuando sus políticos independentistas emitieron la declaración separatista y obligaron a muchas firmas a buscar refugio en el resto de España para eludir las consecuencias. Salieron grandes compañías, aunque las más sonadas fueron CaixaBank y el Sabadell, necesitados ambos bancos de frenar la huida de depósitos. La primera se vino a València y el segundo a Alicante. Y aquí siguen. CaixaBank incluso más grande tras absorber Bankia, que ya tenía su domicilio en la capital del Túria desde su constitución.
Según el Colegio de Registradores, en los cuatro años y medio transcurridos desde el inicio de 2017, un total de 311 empresas radicadas en la Comunitat Valenciana han llevado su sede social a Cataluña de forma efectiva. Por contra, las empresas catalanas que se han trasladado a tierras valencianas ha ascendido a 836. El saldo es positivo en 525 mercantiles.
La relación con Madrid es más homogénea, en el sentido de que el saldo no es tan abultado. De hecho, se queda en solo 80 a favor de la Comunitat Valenciana, al pasar de las 654 que se fueron a la autonomía donde está la capital de España por las 734 que se trasladaron a la región mediterránea desde la autonomía del centro.
Fiscalidad
Uno de los principales motivos para el cambio de sede social (y fiscal) de un empresa se encuentra en la carga impositiva. Por norma general, las mercantiles pagan el Impuesto de Sociedades a nivel estatal, así que este tributo no influye. Sin embargo, otros impuestos, como el de actividades económicas, sí dependen de cada región. Y, por ello, hay casos en los que una empresa se va a otra comunidad en busca de beneficios fiscales. Madrid ha sido señalada en repetidas ocasiones como una comunidad por un cierto ‘dumping’ fiscal. Sin ir muy lejos, el pasado miércoles, el presidente de AVE, Vicente Boluda, anunció que los grandes patronos valencianos van a dar la batalla por una fiscalidad justa en España y criticó que las rebajas tributarias de Madrid dificultan la atracción de talento y «complica captar inversiones».
No obstante, los datos de los registradores ponen de relieve que, al menos en lo que respecta a la Comunitat Valenciana, la mejor fiscalidad madrileña no está provocando una fuga masiva de empresas. Los números dicen más bien lo contrario.
