Si una palabra ha caracterizado la actividad económica en los últimos meses ha sido la inflación. Las disrupciones mundiales ocasionadas por los efectos de la pandemia de la covid-19 y, posteriormente, por una guerra en Ucrania que solo ha hecho que aumentar las tensiones a nivel global, ha dejado un marco de tendencia alcista de los precios que ha impactado en toda la cadena productiva y sectores, provocando con ello un escenario de total incertidumbre. Y en él, la industria del metal, pilar fundamental de la economía de la Comunitat Valenciana, no ha sido una excepción.
Como explica Vicente Lafuente, presidente de la Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana (Femeval), "las empresas del sector funcionan, continúa habiendo pedidos y seguimos siendo competitivos y manteniendo los porcentajes". Sin embargo, con el otoño ya en el horizonte, un problema se ha enquistado por encima del resto y no parece que por el momento vaya a dar una tregua en sus previsiones: el del coste de la energía.
Precios disparados
Sin ir más lejos, el registro que deja hoy la subasta en el mercado mayorista español -201,96 euros por megavatio hora (MWh)- resulta el más caro desde el pasado 14 de junio. No obstante, si a este se añade la compensación por el tope al gas, esta cifra aumenta hasta los 459,4 euros por MWh, el tercer peor registro histórico solo superado por los dados el 8 y 9 de marzo, con el conflicto en Ucrania recién comenzado, cuando se llegó a los 544,98 y 472,97 euros por MWh, respectivamente. Pero, a diferencia de estas dos jornadas de marzo, el pico llega con la excepción ibérica -iniciada el 15 de junio y que, en definitiva, significa desligar los costes de la energía de la volatilidad del mercado- ya en marcha.
En este sentido, Vicente Lafuente remarca que "el único problema que nos queda hoy en día es el de la energía, las materias primas se han estabilizado, sobre todo los metales, y el coste de los fletes también". Por ello, el dirigente de la patronal del metal valenciana resalta el impacto que este continuo alza en los precios tendrá en "las cuentas de resultados" de las compañías de la industria. "Los servicios y el comercio lo notan menos, pero el sector de la industria es el que más problemas está teniendo, con subidas prácticamente del 100 %", añade.
Adaptación sin temor a cortes en el suministro
Mirando al futuro cercano, Lafuente destaca en que en el sector "no hay temor al invierno porque el Estado dice que está garantizado el suministro de gas y electricidad y no se visualiza un corte de suministro". Eso sí, el dirigente insiste en que de momento las empresas "se están adaptando muchísimo a las reducciones de consumo, a gastar menos", en definitiva. "Estamos haciendo los deberes para consumir menos energía", enfatiza. Pese a ello, tiene claro que el impacto en los resultados se acabará viendo porque, "si de aquí a invierno la energía sigue subiendo", la cuenta de resultados de las empresas industriales se verán todavía más afectadas.
