Las matriculaciones de barcos de recreo se han desplomado en los ocho primeros meses del año en la Comunitat Valenciana, con descensos del 43 % en la provincia de Valencia, del 30,5 % en Alicante y del 34,1 % en Castelló, tres registros que se sitúan a gran distancia de la bajada del 17,1 % que experimentaron en el conjunto de España, según los datos dados a conocer hoy por la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (Anem).
En el conjunto del país se vendieron hasta finales de agosto 4.925 embarcaciones, casi mil menos respecto de las 5.943 del mismo período de 2021. La cifra, no obstante, está por encima de las 4.463 de 2020, el peor año de la pandemia de coronavirus. La reducción en 2022 coincide con un momento de fuertes tensiones inflacionistas provocadas por la invasión rusa de Ucrania que están llevando al mundo al borde de la recesión. En la provincia de Valencia se matricularon 156 barcos, frente a los 274 de un año antes. En Alicante fueron 312 (por 449) y en Castelló, 52 (79).
Eslora
De las unidades vendidas en España, la parte principal (2.640) fueron barcos a motor, seguidos, con 1.045 por las motos de agua. Mucho más lejos quedan las neumáticas plegables (463), las semirrígidas (689) y los barcos a vela (376). Por tipo de embarcaciones, las únicas que mejoran en ventas son las más grandes y caras, es decir, las que superan los 16 metros de eslora. Se matricularon 56, con un aumento del 1,8 %. El descenso más acusado, del 22 %, corresponde a las que tienen entre 12 y 16 metros, que ascendieron a 140. Por último, el mercado del alquiler experimentó una disminución del 3 %, concentrada en el segmento de motos de agua.
