Anecoop, una empresa de economía social

Anecoop nació hace casi 50 años con la vocación de abrirse al mercado internacional. En 1975, un grupo de cooperativas unieron fuerzas para conseguir ampliar su oferta y mejorar sus posibilidades de negociación. Hoy en día son uno de los principales exportadores de cítricos del mundo, el primer operador de sandías y kakis a nivel europeo y líderes indiscutibles en la comercialización de frutas y hortalizas. Levante-EMV ha querido reconocer en su primera edición de los Premios Agricultura, concretamente en la categoría de Internacionalización, casi medio siglo de trabajo bien hecho en el sector agrícola. 

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En el origen de Anecoop, uno de los objetivos que impulsó la creación del grupo empresarial era poder construir una gran estructura que permitiera a las pequeñas y medianas cooperativas llegar a mercados a los que nunca podrían haber accedido de otra manera. En su propia misión queda reflejado: «convertirse en el líder para sus socios, y en una empresa agroalimentaria con gran reconocimiento internacional, cubriendo las expectativas de sus socios y clientes, gracias a una gestión estratégica y operativa excelentes, basadas en la innovación y adaptación permanente, la calidad del producto, la eficiencia y el crecimiento». Un reto que han superado con creces. 

En la actualidad, Anecoop está integrada por 73 cooperativas y empresas socias, con miles de agricultores asociados. Cuenta con diez filiales, en Francia, Reino Unido, Países Bajos, República Checa, Polonia, China y Estados Unidos; dos plataformas logísticas; y cinco oficinas comerciales en el territorio español. En total, exportan sus productos a 79 países. 

Además, en la campaña de 2021-2022 se comercializaron 759.882 toneladas de producto, y sumaron 823,6 millones de euros de facturación. A pesar de estas cifras positivas, en la última presentación de resultados desde Anecoop reconocieron que no había sido un ejercicio fácil. La guerra en Ucrania, que ha derivado en un importante incremento de los costes de producción, ha supuesto un nuevo golpe tras la pandemia de coronavirus. «Las administraciones, para contribuir a paliar la situación que vive el sector, deberían creer en el campo y en sus posibilidades como motor económico y social, alcanzando consensos de forma ágil sobre las cuestiones que son de vital importancia para su desarrollo y para su futuro. Tomando conciencia de lo que supondría dejar de ser la huerta de Europa y depender de otros países para comer», valora Alejandro Monzón, presidente de Anecoop.

Si por algo se caracteriza este grupo empresarial es por el sentimiento de pertenencia. Se trata de un conjunto de cooperativas muy arraigadas al territorio, que favorecen a la economía local y sitúan a las personas siempre en el centro.  

De cara al futuro, Monzón recuerda que «en 2022 adquirimos una empresa de flores en Francia, Alma Bouquets, que junto a Floren’Sud refuerza nuestro posicionamiento en flor cortada en el mercado francés. En el ámbito social, seguimos con el foco puesto en potenciar el modelo de integración cooperativa, apoyando plenamente a nuestros socios en las iniciativas que están emprendiendo para ser más competitivos».