La innovación tecnológica se compromete con el campo

Atlántica Agrícola garantiza los cultivos de 70 países con soluciones sostenibles y ecológicas desde hace 40 años

Cámara de cultivo en las instalaciones de Atlántica Agrícola.

Cámara de cultivo en las instalaciones de Atlántica Agrícola. / ED

Raúl Flores

Cintillo Premios Agricultura

Cintillo Premios Agricultura

Con la entrada en vigor de la Agenda 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que la componen, la sociedad actual se ha marcado diversas metas dirigidas a alcanzar una mayor calidad de vida y a combatir el ya tan conocido cambio climático.

España sufre sequía desde hace dos años, y aunque los expertos recuerdan que la variedad de climas de la Península Ibérica está lleno de contrastes que conllevan diferencias térmicas y periodos alternos de precipitaciones abundantes y escasas –una realidad a la que nuestros territorios ya están acostumbrados–, lo cierto es que las consecuencias de la escasez de lluvias ya se están empezando a notar.

Además del riesgo que existe por los vaivenes de temperaturas que pueden echar a perder las cosechas, la falta de agua también supone unos mayores costes para los agricultores –sobre todo energético– que se ven obligados a regar sus campos con sistemas de bombeo. Asimismo, el carácter internacional del mercado también supone un desembolso económico para tratar de proteger los cultivos de amenazas importadas como las plagas.

No obstante, la innovación tecnológica es, a día de hoy, uno de los principales aliados del sector agrícola en la lucha por su supervivencia. Y aquí es donde entran en juego empresas como Atlántica Agrícola, que el próximo 28 de abril será reconocida en la categoría de Innovación de los Premios Agricultura organizados por Levante-EMV.

Apuesta por la agricultura natural

Fundada en los años 80, Atlántica Agrícola nació en un contexto en el que la conocida como Agricultura Biológica estaba cogiendo cada vez más fuerza por su defensa del cultivo lo más natural posible, eliminando de todo el proceso de crecimiento cualquier elemento ajeno a la naturaleza –insecticidas, abonos químicos o sustancias peligrosas como herbicidas– que, en último término, acababa contaminando el producto final reduciendo sus propiedades y características óptimas para el consumo humano.

Por eso mismo, Antonio Montilla y Manuel Salgueto, quisieron innovar con un modelo de agricultura al que bautizaron como «Agricultura Natural». «Nuestro objetivo era proporcionar el mayor grado de salud a los habitantes de este planeta, tan vapuleados por la contaminación», explica Salguero. «Así que creamos una serie de sustancias biológicas que no contaminaban el suelo ni los productos vegetales», completa su compañero Montilla.

Fábrica de Atlántica Agrícola.

Fábrica de Atlántica Agrícola. / ED

¿Cuál fue este producto tan revolucionario? El «Biocat-15», un bio-activador líquido de origen vegetal basado en compuestos húmico/fúlvicos y materias orgánicas. Su éxito fue tal que hoy, 40 años más tarde, ha propiciado que todas las soluciones sostenibles, orgánicas y ecológicas estén presentes en 70 países. Porque Atlántica Agrícola nació con el afán de extenderse por el mundo y el «Biocat-15» fue el primer gran paso que les abrió las puertas al mercado internacional.

Pese a su trayectoria exitosa, no olvida su origen y su compromiso tanto con el agricultor como con la sociedad. Sus soluciones están dirigidas a fortalecer las plantas, reduciendo las posibilidades de que enfermen y aumentando su protección contra amenazas como las plagas a las que se hacía mención antes. Por tanto, al ser más resistentes, el agricultor no tendrá que invertir más de lo estrictamente necesario –si es que lo fuera– en químicos, logrando a cambio una cosecha mucho más productiva y consiguiendo que el consumidor final reciba un producto lo más natural posible. Un auténtico «win win».

Retos presentes y futuros

«Empresas como la nuestra tenemos un papel social relevante en los próximos años», asume Marta Gutiérrez, CEO del Grupo Atlántica. Con su labor contribuyen a que un sector tan esencial como el agrícola adquiera aún más relevancia. «Nuestras soluciones refuerzan el potencial de la práctica agrícola moderna y sana con funciones biofertilizantes y agentes de biocontrol», dice Gutiérrez.

Atlántica Agrícola y la innovación desde una vertiente sostenible son términos que van de la mano. Por eso, sus áreas técnica y de I+D son de las más importantes y las que concentran una mayor experiencia y tradición. Su compromiso social parte del desarrollo de herramientas biológicas para la agricultura y la máxima reducción posible o eliminación del uso de pesticidas.

Pero, ¿y el futuro? De momento, el próximo año se dedicará a impulsar aún más el apartado de la transformación digital, pero también la ampliación de instalaciones y la expansión de su negocio a nuevos mercados, como el estadounidense y el chino. Su relevancia les precede, pues sus productos están muy bien reconocidos en los países en los que comercializan a través de sus ocho filiales, además de ser considerados fiables, que funcionan y que son sostenibles, tres factores imprescindibles.

Las generaciones futuras tienen garantizada una alimentación más segura y mucho más saludable gracias a la labor que Atlántica Agrícola desarrolla.

Levante-EMV honra y dignifica al sector agrícola

Levante-EMV quiere honrar y dignificar al sector agrícola de la Comunitat Valenciana por su contribución social y económica en el territorio. Para ello, la cabecera ha creado los Premios Agricultura, que reconocen a los referentes de la agricultura valenciana en seis categorías. Estas son: Innovación, Trayectoria, Emergentes, Igualdad, Sostenibilidad e Internacionalización. 

Los premiados y premiadas en esta primera edición han sido Atlántica Agrícola, Manuel García-Portillo, KM Zero, Inma Torregrosa, la Cooperativa de Viver, Anecoop y el Comité de Gestión de Cítricos. Todos ellos recibirán su galardón en una ceremonia especial que tendrá lugar el próximo 28 de abril.