El autoconsumo experimentó en 2022 un año récord, con 5.631 gigavatios impulsados. Sin embargo, ello no impidió que casi un 19 % de esa producción acabara finalmente desaprovechada por la dificultad de vertirla en la red eléctrica debido a las barreras regulatorias y técnicas. Esa ha sido una de las conclusiones que han dejado esta mañana los primeros compases del IV Congreso Nacional de Autoconsumo que se ha celebrado en València, un encuentro -iniciado minutos antes con la apertura de la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen y la consellera de Transición Ecológica, Isaura Navarro- en el que el director general de la patronal APPA Renovables, José María González, ha remarcado que el pasado ejercicio dejó "datos magníficos" con la ampliación de la potencia instalada en todo el país en 2.649 megavatios.
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Es más del doble que los 1.151 MW de 2021 gracias a la potenciación del ámbito residencial, que ha pasado de suponer 253 MW el pasado año a llegar a aumentar en 1.024. Y para este 2023, aunque todavía no se tienen datos, existen -ha remarcado González- "buenas esperanzas y sensaciones". No en vano, el ritmo de crecimiento de instalaciones va a ritmo de crucero. Porque si hace dos años se habían establecido 66.000 en doce meses, esa cifra en 2022 se multiplicó casi por cuatro, alcanzando los 240.344 instalaciones, 217.248 de ellas residenciales.
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Con todas ellas se produjeron esos 5.631 gigavatios, con los que se podría haber cubierto con autoconsumo un 2,2 % de la demanda nacional. Sin embargo, ese dato finalmente se quedó en el 1,8 % al no verse aprovechados 1.067 de esos gigavatios. "Estamos perdiendo la oportunidad de cubrir un 0,4 % de demanda más que la estamos generando con gas. Es algo que no tiene mucho sentido", ha enfatizado el dirigente, que ha cifrado en 160 millones de euroslas pérdidas económicas por esa energía no vertida al sistema.
El futuro del sector
Más allá del autoconsumo, González también ha puesto el foco en el inminente Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). En este sentido, ha destacado que el gran desafío es conseguir que al menos el 42 % del consumo de energía final en España proceda de fuentes renovables -un valor que hoy se encuentra en el 22,3 %- para 2030. Eso sí, respecto a la potencia instalada anual, sí que se superó ampliamente la previsión del PNIEC para el año pasado, con 8.751 megavatios, considerablemente más que los 6.380 MW que el plan fijaba para 2030.