Empresas

Cooke prolonga su examen sobre todos los negocios de Pescanova: “Tenemos cuidado”

Los trabajos para la 'due diligence' no han finalizado

La firma canadiense defiende un estudio “minucioso” de todas sus filiales

África y Nicaragua, únicas dudas para el trato

Plantilla de la planta de elaborados de Camanica, en Nicaragua, con langostinos vannamei.

Plantilla de la planta de elaborados de Camanica, en Nicaragua, con langostinos vannamei.

Lara Graña

Tres meses es lo que tardó la multinacional Cooke Inc. en formalizar la compra de la australiana Tassal, especializada en la cría de salmón y langostino tigre, a finales del año pasado. La compañía que dirige Glenn Cooke había hecho oficial el acuerdo para unas negociaciones “en exclusiva” por este grupo a mediados de agosto; la transacción completa quedaría finiquitada el 22 de noviembre. Entre medias, se ejecutó una completa due diligence (es una auditoría externa), se recibió el visto bueno de un tribunal (Supreme Court of New South Wales, la Corte Suprema de Nuevo Gales del Sur) y el OK de la mayoría de los accionistas.

Tres meses que serán necesarios también, cuando menos, para que Cooke pueda igualmente dar por cerrada la compra del 80% del capital de Nueva Pescanova. Aunque fuentes próximas a Abanca y a la pesquera gallega presagiaron que la operación se zanjaría a mediados de junio –el acuerdo inicial con la entidad financiera se anunció el 13 de abril–, todavía hay muchos elementos que analizar sobre la mesa, como explican desde New Brunswick a Faro de Vigo, del grupo Prensa Ibérica. El propio patrón de Cooke preveía regresar a Vigo este mes. No da tiempo.

La formalización de la compra de Tassal, de menor tamaño, se alargó tres meses

“Como empresa familiar de productos pesqueros, tenemos mucho cuidado a la hora de garantizar que todos los aspectos del negocio se evalúan de manera plena”, apunta un portavoz oficial del holding canadiense. “Las partes [en referencia a Abanca y Cooke] están trabajando juntas de manera responsable para garantizar que la due diligence se elabora minuciosamente”. Una vez se disponga de esta evaluación legal y financiera, a la que aluden desde Canadá, será el momento de concretar los términos económicos del traspaso. Directivos conocedores del proceso ya apuntaron, como avanzó Faro de Vigo, que se formalizaría con un mix de desembolso en efectivo y con asunción de deuda, por importe de unos 100 y 700 millones de euros, respectivamente. En un comunicado, el banco que preside Juan Carlos Escotet reseñó que “la transacción defiende una valoración futura de Nueva Pescanova del entorno de 800 millones de euros”. Así como Cooke sí difundió una nota corporativa con los acuerdos de compra sobre Tassal y la norteamericana Slade Gorton, con semanas de adelanto respecto al visto bueno definitivo, eso no ha sucedido todavía con el grupo gallego. Oficialmente, en la web de Cooke y en sus redes sociales consta solo una republicación del mensaje divulgado al respecto por Abanca aquel 13 de abril en su cuenta de Twitter.

“Cooke Inc. y Abanca continúan avanzando en el proceso de negociación con el objetivo de alcanzar un acuerdo para la adquisición de una posición mayoritaria en Nueva Pescanova”, se limitan a añadir desde el equipo de Glenn Cooke. Este análisis de la operación, más prolongado de lo estimado de inicio, casa con la extraordinaria complejidad del negocio de Pescanova, así como su tamaño. Si Tassal completa sus actividades en territorios de Tasmania, Nueva Gales del Sur y Queensland, las de la firma que preside José María Benavent extienden sus tentáculos por África (Angola, Namibia y Mozambique), América (Argentina, Ecuador, Perú, Nicaragua, Guatemala, Estados Unidos), Asia (India) y Europa (además de España, Francia e Irlanda). Con el acuerdo previo con Abanca, titular de casi el 98% del capital social, el factor de negociación con los demás accionistas no será ningún problema para que se consume la venta.

Hay dos segmentos del negocio que no están claros para Cooke, según pudo constatar Faro de Vigo

Hay dos segmentos del negocio que no están claros para Cooke, según pudo constatar Faro de Vigo. El primero es el del vannamei, aunque las dudas las genera únicamente la filial Camanica (Nicaragua). La factoría de procesado ocupa unos 10.000 metros cuadrados, donde los langostinos se preparan o congelan para enviar a clientes finales de Europa o a cocederos. Tiene capacidad anual para elaborar 9.100 toneladas y, según los últimos disponibles por parte de Nueva Pescanova, emplea a cerca de un millar de personas en el departamento de Chinandega. El segundo grupo de activos sobre el que hay titubeos se corresponde con la actividad en África, donde el trabajo conjunto con los stakeholders es determinante para asegurarse el éxito en el acceso a la materia prima. Cualquiera que sea el perímetro final, las mismas fuentes de Cooke llaman la atención sobre la normalidad de los trabajos en la pesquera gallega durante estas negociaciones. “Las operaciones de Pescanova en Galicia, en toda España y en todo el mundo continúan mientras el proceso está en marcha”.

Suscríbete para seguir leyendo