Atitlan lanza una oferta para hacerse con el grupo dueño de Muerde la Pasta, en concurso de acreedores

Atitlan -la sociedad de inversión valenciana liderada por Roberto Centeno, yerno del presidente de Mercadona, Juan Roig, y Aritza Rodero- ha presentado una oferta vinculante para hacerse con las dos unidades productivas del grupo empresarial valenciano Tastia, compuesto por la cadena Muerde la Pasta -con 32 restaurantes, 22 propios y 10 franquiciados- y la división de alimentación, Benfood, con una fábrica de más de 8.000 metros cuadrados de superficie operativa. Fuera de la oferta se queda el 50 % que tiene Tastia de la cadena de hamburgueserías The Fitzgerald, fundada por los hermanos valencianos Carlos y Mario Gelabert.

El movimiento de Atitlan, del que fuentes de la compañía han rehusado revelar la cuantía de la operación, se ha dado en paralelo al hecho de que el grupo valenciano originario de Castelló no pudiera resistir más las deudas acumuladas y solicitara entrar en concurso de acreedores, una situación que ha confirmado el juzgado de lo Mercantil número 1 de la capital de la Plana el 4 de septiembre. Ahora, según aclaran desde la sociedad, se espera que la operación se formalice a lo largo de este mes de septiembre una vez reciba luz verde tanto por el administrador concursal como por el juzgado.

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Según ha señalado Atitlan, su voluntad es "recomponer la estructura del grupo y ayudarlo en el proceso de crecimiento tanto en el de restauración como en el industrial", garantizando con ello "la continuidad de la empresa y los puestos de trabajo", que rondan los 750. Para ello, inyectarán capital en la compañía con la intención de "estabilizarla y luego retormar su crecimiento". Según las últimas cuentas publicadas, no en vano, Tastia contaba en 2021 con una deuda total de 45 millones de euros, mientras que su facturación no superaba los 34 millones.

Intento previo

La actual oferta de la firma de inversión no es, sin embargo, su primer intento de hacerse con Tastia. Ya en julio, cuando el grupo estaba en preconcurso de acreedores, Atitlan ya negoció "una posible operación que finalmente no fructificó". El interés en el grupo, según añaden, deriva por un lado de reflotar "un modelo probado de restauración de pasta situado en espacios con gran afluencia de personas y con un ticket económico" que "queremos ampliar y crecer". A ello se suma la fábrica de Benfood, con cinco líneas de producción y con una "gran capacidad de hacer productos para restauración y gran distribución", como salsas -que sirve, entre otros, a Mercadona-, pastas, carnes, postres y pizzas.

Además, de confirmarse la compra, Atitlan volvería a un sector de la restauración que no le es ajeno, ya que cuenta con experiencia previa con la cadena de hamburgueserías The Black Turtle, que vendió hace unos meses al empresario Antonio Pérez.