Redit, una historia de innovación colectiva (II): la constitución de la red

La fórmula de institutos tecnológicos afronta un cambio evolutivo a principios de la década del 2000 que implica una mayor exigencia de colaboración y el nacimiento de un ente que facilite el trabajo en red.

Visita del Principe Felipe en el año1995 a AIJU

Visita del Principe Felipe en el año1995 a AIJU / ED

Eduardo Enric

 El nacimiento de la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana (REDIT) surge como una respuesta lógica a los nuevos tiempos. “REDIT nace mucho antes de 2001”, rememora Sebastián Subirats, exdirector general de AINIA, en el libro Una historia de innovación colectiva. “En la mente de algunos directores de centros tecnológicos estaba ya la necesidad de formar una asociación”.

Agustín Escardino recuerda una reunión en un emblemático hotel de Valencia donde los máximos representantes de los institutos se plantean la necesidad de crear un órgano de representación colectiva. En marzo de 1996, algunos de ellos habían participado en la fundación de la Federación Española de Entidades de Innovación y Tecnología (FEDIT), la dinámica de cooperación en red se estaba extendiendo.

Este hito coincidió con la promulgación de un Real Decreto que definía el concepto de Centro de Innovación y Tecnología (CIT). Si la fórmula funcionaba a nivel nacional, ¿por qué no podría servir para aunar a los entonces 16 institutos diseminados por el territorio autonómico? Impulsada por la Conselleria de Innovación y Competitividad, en abril de 2001 nace REDIT como asociación sin ánimo de lucro con personalidad jurídica propia e independiente. Cuenta con el IMPIVA como socio fundador.

Premios IMPIVA

Premios IMPIVA / ED

Los trabajos conjuntos de los investigadores Salvador Bresó, director de AIMME, y Carlos Seaton, de la UPV, habían sentado las bases teóricas de ese proceso. “El 91% de las empresas consultadas consideran que su principal relación con los institutos tecnológicos se da a través del tipo de actividades incluidas dentro del área de servicios tecnológicos”, es decir, “servicios de bajo valor añadido y baja complejidad técnica”, dicen en un informe.

Uno de los problemas es que “no se observa una asociación entre los Institutos como red con la finalidad de responder a retos tecnológicos que demanden un esfuerzo multidisciplinario e interinstitucional, ni tampoco una relación con los organismos responsables de la política industrial y las Cámaras empresariales”.

El profesor José Albors recopila, en 2002, datos que ponen de relieve que las acciones desplegadas por el IMPIVA hasta entonces no bastan. La Comunitat Valenciana es la cuarta en innovación empresarial tras Cataluña, Madrid y el País Vasco, con la característica distintiva de que “la pequeña empresa refleja una actividad tecnológica muy superior a la media española”. Pero ello se debe, en parte, “al progresivo abandono de grandes empresas” y no debe ocultar “el desencuentro existente entre empresas e institutos tecnológicos y OPIs [Organismos Públicos de Investigación]”.

Fachada AINIA, centro tecnológico.

Fachada AINIA, centro tecnológico. / ED

Cuando Bruno Broseta desembarca en REDIT, como primer director general, acaba de regresar de Estados Unidos, y se encuentra con una realidad con “carácter de heterogeneidad”: aunque los institutos tecnológicos se constituían como asociaciones empresariales, algunos estaban íntimamente ligados a instituciones universitarias. Eran distintos y, por lo tanto, no buscaban las mismas cosas.

Durante los primeros años de REDIT, la presidencia de la asociación está ocupada por un conseller. Primero Fernando Castelló; tras él, Justo Nieto. “En su momento, tenía cierta lógica porque le daba más visibilidad e indicaba que era una iniciativa alineada con la Conselleria de Industria”, comenta Broseta, pero complicaba “la construcción de un discurso para la red”.

En 2005, Justo Nieto, propone que la presidencia de REDIT pase a manos por un empresario. Con una trayectoria excepcional al frente de Oscar Mayer y un carisma personal incuestionable, Damián Frontera es una persona con enorme capacidad para tender puentes gracias a su participación en la CEV, en FEDACOVA y en AVE, y en el Consejo Social de la UPV.

“Imprimió a REDIT una visión más empresarial, de mayor agilidad, más despejada de la práctica diaria de un instituto”, afirma Bruno Broseta. REDIT firma en 2006 un protocolo de colaboración con la Generalitat que lleva aparejado un considerable aumento de los ingresos: más de 125 millones de euros entre 2007 y 2009 para la financiación de las actividades e infraestructuras de los institutos.

En paralelo a la creación de REDIT, se produce una evolución del modelo de institutos tecnológicos. Comienzan a articularse en torno a unidades de gestión, vinculadas funcionalmente a REDIT, y a catálogos de oferta integrada que combinan tanto las competencias horizontales compartidas por varios centros como aquellas más específicas, de carácter sectorial.

El primer Centro en Red fue el de Tecnologías Limpias (CTL), nacido de la colaboración de la Conselleria de Territorio y Vivienda y de REDIT. La unidad de gestión más ambiciosa creada durante la primera década de vida de REDIT fue el Centro de Apoyo a la Industria Auxiliar a la Automoción, bautizado posteriormente como Red Tecnológica de Automoción (Redita), presentado oficialmente en marzo de 2007.

El director de REDIT, Bruno Broseta y la Gerente de REDITA, Cristina del Campo durante la presentación de la red tecnológica 2

El director de REDIT, Bruno Broseta y la Gerente de REDITA, Cristina del Campo durante la presentación de la red tecnológica 2 / ED

Los Proposal Labs, que posteriormente reciben el nombre de Grupos de Trabajo en red, creados en 2006, pretenden servir de plataforma de colaboración para estimular la participación conjunta en proyectos de I+D y acudir a las diferentes convocatorias de ayudas. Cubren áreas como Transferencia de tecnología, Visión artificial, Realidad virtual, Fabricación inteligente y prototipado rápido, Materiales, Trazabilidad, Personas mayores, Medioambiente y Automoción (Redita).

REDIT pone en marcha también un Centro de Pensamiento, un foro de alto nivel técnico dirigido a “avivar la reflexión permanente” sobre el estado de la innovación en la Comunitat Valenciana. Con el tiempo convertirá a la asociación en un think tank de la innovación y la legitimará como actor cuya presencia resulta ineludible en cualquier foro de decisión.

En línea con esa iniciativa, comienza a elaborar análisis y estudios altamente especializados. El informe “Objetivos e Instrumentos de Política Tecnológica y Competencia Empresarial”, en colaboración con el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), es uno de los primeros ejemplos de ello.