La balanza comercial valenciana supera los 3.300 millones de superávit impulsada por las exportaciones agrarias

Las ventas de frutas y hortalizas de la autonomía a nivel internacional rozan los 5.500 millones en 2023, mientras que las de los bienes de equipo se disparan gracias al negocio del material de transporte o los aparatos eléctricos

La exportación de vehículos acabó el pasado año con una bajada del 4,2 % en plena caída productiva de Ford Almussafes y la de productos cerámicos se reduce en un 19,7 %

El portacontenedores 'MSC Le Havre', en el Puerto de València, en una imagen de archivo.

El portacontenedores 'MSC Le Havre', en el Puerto de València, en una imagen de archivo. / Levante-EMV

A pesar de los vaivenes de algunos de los productos estrella que la Comunitat Valenciana vende fuera de las fronteras nacionales, el comercio exterior de la autonomía logró cerrar 2023 con uno de los mejores balances de los últimos años. Una buena evolución, que dejó un superávit en la balanza de 3.356 millones de euros, fraguada especialmente en el éxito de unas exportaciones agrarias que alcanzaron un valor de 8.230 millones de euros y en el sólido avance de los bienes de equipo, que se dispararon casi un 20 % -hasta suponer 6.313 millones de euros- en relación al dato de 2022 aupados por los aparatos eléctricos (55,9 %), el material de transporte (+18,2 %) y la maquinaria para la industria (+8,5 %).

Es una de las principales conclusiones que deja el último informe de Comercio Exterior dado a conocer hoy por la Dirección Territorial de Comercio en Valencia, que señala que la autonomía valenciana acumuló durante el pasado ejercicio más de 38.000 millones de euros en exportaciones -el segundo valor más alto de la historia, solo superado por el dato de un 2022 en el que la inflación se situó en valores todavía más elevados- mientras que las importaciones de las firmas valencianas bajaron hasta las 34.657 millones, un 11,8 % menos. Una diferencia positiva que, sin embargo, contrasta con el contexto que afrontan dos pilares claves de la economía como el automóvil y, especialmente, los productos cerámicos.

Sin ir más lejos, en un año marcado por el descenso productivo en Ford Almussafes, la exportación de automóviles se ha resentido considerable. En concreto, esta ha caído un 4,2 % -equivalente a casi 200 millones de euros- en relación al dato de 2022, lo que deja esta partida fuera del 'Top 3' de más ventas en el exterior. Cerrando ese podio, justamente se encuentran las semimanufacturas no químicas, que se han desplomado en un 16,5 % debido sobre todo al contexto a la baja que se vive en el sector azulejero (-19,7 %).

Contenedores en el puerto de Valencia, en una imagen de archivo.

Contenedores en el puerto de Valencia, en una imagen de archivo. / Miguel ángel Montesinos

Norteamérica, único mercado al alza

Más allá de actividades, la realidad es que la exportación valenciana se ha resentido en prácticamente todos los territorios del mundo respecto a cómo acabó 2022, incluida una Zona Euro donde solo Portugal (7,8 %) se salva entre los principales mercados. No obstante, dentro de esta realidad, resulta importante el hecho de que Norteamérica cerrara 2023 con un alza en la adquisición de productos valencianos gracias al crecimiento en Estados Unidos (2,7 %), un valor positivo en el que también se situó otro gigante como China (+1,5 %).

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