Proyectos

Acordes de proximidad que luchan contra el cambio climático

Alhambra elabora sus guitarras con madera de olivo mediterráneo para reducir los desplazamientos, y aprovecha las partes del ébano que hasta el momento se descartaban

Un operario de la empresa de Muro construyendo  una guitarra con madera  de  olivo | Lucio Abad

Un operario de la empresa de Muro construyendo una guitarra con madera de olivo | Lucio Abad / Miguel Vilaplana

Miguel Vilaplana

En una época en la que todo lo que sea apostar por la sostenibilidad está muy bien valorado en los mercados, hay una empresa, como es Alhambra Guitarras, que también ha decidido aportar su grano de arena en la lucha contra el cambio climático. Fruto de esa filosofía son dos de sus últimos modelos de guitarra clásica, uno de ellos elaborado con madera de proximidad, como es el olivo, y el otro, aprovechando la parte exterior del ébano, que hasta ahora se descartaba. Y todo ello sin perder ni un ápice de la calidad, fiabilidad y sonorabilidad que distinguen a los instrumentos de cuerda fabricados por esta veterana firma.

Alhambra Guitarras, con sede en el municipio alicantino de Muro, está especializada desde hace más de medio siglo en la confección artesanal de guitarras clásicas, flamencas y acústicas. Su director general, Valerià Torregrosa, recuerda que fue en 1965 cuando se constituyó la firma fruto de la unión de cinco familias de carpinteros e industriales que decidieron atar sus destinos para elaborar instrumentos de alta calidad.

Desde un principio, explica, la empresa ha tenido una gran vocación exportadora, lo que la llevó a participar en las principales ferias del sector en Alemania, China y Estados Unidos, y a recorrer el mundo para vender un producto diferenciador. Hasta tal punto alcanzaron renombre sus guitarras que los principales intérpretes nacionales han estado encomendando sus instrumentos a la firma. Todo ello en medio de un proceso de expansión que la ha llevado a incorporar los últimos avances tecnológicos, pero sin perder en ningún momento el concepto artesanal.

En la actualidad cuenta con una planta de producción en Muro con 114 trabajadores, así como con una fábrica en Rumanía, con otros 25, donde se ensamblan las guitarras de enseñanza. En el municipio alicantino es donde se elaboran las guitarras de mayor calidad, es decir, las profesionales y de concierto, con precios que oscilan entre los 1.500 y los 10.000 euros. Las de estudio son más económicas, y rondan los 300 euros.

Pues bien, dentro de esta filosofía de empresa artesanal, pero ligada al mismo tiempo a la innovación, Alhambra acaba de lanzar al mercado dos nuevos modelos de guitarras que tienen en la sostenibilidad su rasgo distintivo. Habitualmente, para la confección de guitarras clásicas, se utilizan maderas nobles y de lejana procedencia, como el palo santo de la India o el ébano de Camerún, cuyo transporte es largo y complejo. En el caso de la compañía murera, todos los proveedores son firmas reconocidas en el sector y cuentan con certificaciones medioambientales que garantizan la reforestación.

En cualquier caso, la firma ha decidido dar un paso más y apostar por un material de cercanía, como es la madera de olivo, para la elaboración del modelo 6 Olivo. Se trata de una guitarra cuyo fondo y aros están construidos con madera de este árbol, procedente de España, Grecia o Turquía, lo que permite reducir la huella de carbono generada por el transporte. El maestro lutier de Alhambra, Javier Mengual, explica que esta madera «es más difícil de trabajar, por sus nudos, pero más autóctona». «Con los ajustes correspondientes de calibre -indica el maestro- hemos conseguido que tenga una sonoridad muy bonita, al igual que la que se obtiene de otras maderas que son de procedencias mucho más lejanas».

Cuestión de color

Otra forma de apostar por la sostenibilidad es aprovechar al máximo la madera, con los mínimos descartes. Ahí es donde entra el otro modelo, en este caso 6 Ébano Blanco, una guitarra cuyo fondo y aros están elaborados con madera de ébano que antes se descartaba, no por su calidad, sino por su color, que no era completamente negro. El árbol del que se extrae el ébano es de Camerún, y su interior es negro. Pero no sucede lo mismo con el exterior, que tiene vetas negras y blancas.

«Los clientes -señala Mengual- nos pedían siempre que se usara solo la parte negra, pero la blanca tiene las mismas propiedades mecánicas y físicas. Es una madera dura, fuerte y de consistencia estructural importante, que ahora también aprovechamos». Con este modelo se pretende concienciar y contribuir a reducir la tala de estos árboles.

Además de sus ventajas en cuanto a sostenibilidad, ambas guitarras tienen personalidad propia y un alto nivel de exclusividad, dado que, con sus peculiares veteados, se generan unos diseños únicos e irrepetibles.

Alhambra Guitarras confía en el éxito de estas nuevas propuestas para seguir expandiendo sus mercados, tanto el nacional como el internacional. En la actualidad, la empresa produce entre 45.000 y 48.000 guitarras al año, y cuenta con una facturación cercana a los 11 millones de euros.

Suscríbete para seguir leyendo