Tu equipo tiene potencial creativo, simplemente no sabe cómo utilizarlo. Con actitud, foco y herramientas, tú puedes transformar un grupo de profesionales en una potentísima máquina de pensar.

«Mi equipo no es creativo». Es una queja de moda, pero probablemente se va a quedar entre nosotros para un largo tiempo. Los directivos y mandos intermedios reivindican que las personas a su cargo no son creativas, es decir, que no piensan en oportunidades o líneas de negocio diferentes, que no plantean innovaciones en producto, que no proponen ideas nuevas para mejorar las ventas? Y no saben qué pueden hacer para cambiar eso. Por otro lado, las plantillas sienten que de repente se les pide un desempeño creativo, cuando durante años se les ha estado exigiendo racionalidad, lógica y planificación ante todo. Ambos colectivos tienen su parte de responsabilidad en que las ideas fluyan. Pero hoy quisiera centrarme en aquellos que tienen personas a su cargo y a los que les gustaría fomentar la creatividad en esos equipos. Durante el último año he perdido la cuenta de cuántos talleres de creatividad hemos impartido, de cuántos equipos de creatividad hemos creado y de en cuántos grupos de trabajo hemos influido para desarrollar el pensamiento divergente. Y para vosotros, directivos, tengo un mensaje muy claro. Si queréis que vuestros equipos sean más creativos, debéis de proporcionarles tres cosas: un caldo de cultivo, un foco y unas herramientas.

Fomenta un caldo de cultivo adecuado

Todos debemos ser conscientes de que no nos han educado para ser creativos. En las escuelas, todavía a día de hoy la creatividad no se considera importante y se menosprecia a favor de otras habilidades como la memorización o la racionalización de procesos. Llevamos, por lo tanto, mucho peso en la mochila. Antes de pretender rendir creativamente es necesario que nos liberemos de ese peso. Pero, ¿cómo? Lo primero que hay que hacer es convencerse y convencer a las personas a nuestro cargo de que la creatividad no es un don, ni una habilidad extraordinaria propia de artistas. La creatividad es intrínseca a todo ser humano y por lo tanto las personas creativas no existen.

Una vez el equipo está convencido de su potencial creativo, una buena manera de romper con las viejas ataduras de la mente es cambiar hábitos que están tan fuertemente arraigados en las estructuras mentales y que nos impiden pensar de forma diferente. Se puede empezar por lo más simple. Es tan fácil como por ejemplo comenzar a lavarte los dientes con la mano no dominante. Recomienda a tu equipo que rompa con los hábitos de su vida cotidiana, que vaya al trabajo por un camino diferente cada día, que vean películas infantiles, que lean libros de disciplinas diferentes a las suyas, que escuchen música desacostumbrada, que prueben comida que nunca han probado, que dibujen aunque piensen que no saben,? El objetivo es que las personas salgan de su zona de confort y se sitúen en un estado de reto propicio para la creatividad.

Establece un foco

La segunda premisa que necesitará tu equipo para ser efectivamente creativo es tener claro un foco. La creatividad siempre existe aplicada a algo, a la consecución de un objetivo, la resolución de un problema o la mejora de un proceso. El foco establece ese propósito de mejora y lo delimita para que no haya confusión. Si el equipo pierde el foco, la creatividad se vuelve improductiva. Es responsabilidad del líder plantear el foco lo más claro posible. El foco de la creatividad debe redactarse en un máximo de cuatro líneas y en él debe dejarse claro qué es lo que se quiere conseguir.

Utiliza la técnica

La creatividad se puede aprender y desarrollar. Se puede practicar como un deporte o un hobby. Y como tal, se puede apoyar en técnicas que mejoren la productividad. Existen innumerables técnicas de creatividad, cada cual más o menos adecuada en función del foco, de la situación y de las características del equipo pensante. Técnicas como la lluvia de ideas, el método SCAMPER, la maleta de las ideas, la técnica de la cereza, el mapa mental, el listado de atributos? Están ahí, al alcance de cualquiera. Y funcionan.