Sí, hay que ser valientes, nos jugamos mucho desde el punto de vista del futuro del empleo y de la competitividad del país. Máxime viendo las medidas que ya tienen en otros países. Hace unos meses estábamos hablando del fin del plazo de alegaciones hacia la nueva y tan ansiada, Ley de startups, pero pasado el verano y es momento de desempolvar esta reivindicación.

Está claro que es una ley complicada que involucra de forma transversal a varias administraciones, alguna tan difícil como el Ministerio de Hacienda. Por ello hay que ser valientes, porque es complicado. Y es que no nos podemos quedar a medias tintas, otros países están apostando a tope, y el tren de está revolución digital y del empleo cualificado solo va a pasar una vez.

Aquí van algunas de las mejoras fundamentales que, desde mi opinión, necesitamos incluir.

• Las stocks options deben equipararse a otros países e ir asociadas al rendimiento del capital.

• El texto contempla la posibilidad de todo un régimen de visados e impatriados para los trabajadores de las startups, pero curiosamente el CEO no está contemplado. Difícilmente podemos atraer proyectos si no pueden venir sus socios fundadores.

• Equiparemos los incentivos de inversión al SEIS y EIS británico. Por favor, no nos quedemos a medias, como gesto a la galería.

•Se habla mucho de la segunda oportunidad, pero ha quedado fuera. Para que los proyectos y empresas salgan, hay que fracasar, aprender y poder relanzar.

• Un punto clave, muy clave, para el desarrollo de los emprendimientos es el desarrollo del ecosistema inversor. No habrá tal, mientras no se puedan implantar en España por un «carried interest tax» totalmente fuera de lugar en comparativa con otros países.

• El incentivo de las relaciones contractuales entre Startup- Corporate tampoco muestran un camino claro.

• Ampliar la deducción al i+d, no solo a la conocida como joven empresa, si no a todas las startups en general.

• Hay que incluir la transferibilidad créditos fiscales a la corporate matriz. Para incentivar esa relación startup y corporate.

Estamos ante una oportunidad única de subirnos a la locomotora del conocimiento y la digitalización. La Administración difícilmente puede hacerlo sola, es un ecosistema que ha de crecer y madurar en su conjunto. Señores, hay que ser valientes con esta Ley de startups para no estar en desventaja y subirnos de nuevo al vagón de cola.