La Bolsa española ignoró ayer los resultados de las elecciones del 10N. A diferencia de otras ocasiones, el lunes bursátil de resaca electoral tan solo provocó una tímida caída del Ibex del 0,06 % respecto a la sesión del pasado viernes, con lo que cerró en 9.338 puntos. Tras los grandes vaivenes causados en estos últimos tiempos por la batalla comercial entre Estados Unidos y China o los sobresaltos por las negociaciones del Brexit entre Gran Bretaña y la Unión Europea, la confirmación del posible nuevo bloqueo político por las cuartas elecciones en cuatro años no parece impresionar al parqué bursátil español.
La situación contrasta con los recortes del Ibex-35 mucho más acusados en los comicios de las últimas dos décadas. La peor jornada bursátil fue tras la vitoria de José María Aznar en 1996, cuando logró su primer triunfo. Entonces, el selectivo índice que agrupa a las grandes empresas españolas se hundió un 5,22 %. La segunda mayor caída se protagonizó en 2004, el lunes siguiente a que el socialista José Luis Rodríguez Zapatero ganara los comicios. El Ibex-35 perdió un 4,15 %. Con los triunfos de Mariano Rajoy, el citado indicador cayó un 3,48 %, 3,62 % y 1,83 %, respectivamente, durante las jornadas postelectorales de 2011, 2015 y 2016. Mientras, en tiempos de Felipe González llegó a subir un 0,15% en el año 1989, pero disminuyó un 1,75 % en la de 1993, cuando España entraba en un período de recesión de la economía. La otra subida tímida se produjo cuando Pedro Sánchez ganó las elecciones del pasado 28 de abril de este año, cuando el selectivo índice mejoró un escaso 0,12 %.
Según el analista de Desarrollo de contenidos, productos y servicios de Selfbank Felipe López-Gálvez, los inversores «apenas han prestado atención a los resultados electorales del domingo pasado dadas las pocas esperanzas de desbloqueo a las que apuntaban las encuestas». Con todo, según este analista de Selfbank, «sí ha podido tener algo de impacto en las cotizaciones de los sectores más sensibles a la regulación como son los bancos, las eléctricas y las socimi, aunque en ningún caso se han visto caídas significativas». Tampoco se puede achacar directamente esta incertidumbre política a la subida que ha registrado la prima de riesgo española, que ha sido de tan solo 3 puntos básicos (hasta 67).
Inquietudes empresariales
Más allá de los mercados financieros, el presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, en busca de rigor presupuestario y estabilidad económica, dijo ayer a los líderes de los principales partido políticos que «ha llegado el momento de las grandes responsabilidades». El máximo dirigente de los empresarios también exigió formar un Gobierno «de aquí a un mes». En declaraciones a TVE, destacó que «en otros países europeos -en clara alusión a gobiernos de coalición como en Alemania- se da transversalidad y probablemente aquí se tenga que dar».
El patrono apeló a la responsabilidad de los políticos para que «se dejen de demagogias» y empiecen a hablar de lo que les une en lugar de lo que les separa. Añadió que España necesita estabilidad para los próximos cuatro años. «No queremos que los políticos sigan en la rotonda, dando vueltas y vueltas, no queremos días de la Marmota», puntualizó. Garamendi fue muy crítico con los partidos tras la repetición del proceso electoral durante 2019 y calificó de «fracaso colectivo, de la política y de los políticos».
