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Una ley de 1983 que permite más de una vicepresidencia y ampliar consellerias

La necesidad de ampliar el número de conselleries en el nuevo Botànic (la casi segura entrada de Podemos en el Consell obliga a ello) no encontrará problemas legales. Es más, la ley de Gobierno valenciano de 1983, da margen para cualquier diseño.

Desde una Generalitat reducida hasta una Administración con un número ilimitado de departamentos. Pero no fue así siempre. El primer Estatuto de Autonomía, antes de la reforma de 2006 pactada por populares y socialistas en los tiempos de Camps e Ignasi Pla, establecía un límite de diez conselleries, un tope que condicionó los gobiernos de Eduardo Zaplana y del propio Camps.

Con el nuevo Estatuto el límite desapareció, lo que permitió al Consell popular ampliar el número de conselleries. Francisco Camps, por ejemplo, llegó a tener un Consell con 14 miembros. Los rigores presupuestarios como consecuencia de la crisis económica obligaron a hacer recortes y a los representantes políticos a dar ejemplo con tijeretazos en la estructura de la Generalitat.

Liberados del tope y dispuestos a enfrentar las críticas de la oposición por volver a aumentar conselleries y altos cargos, socialistas y Compromís están de acuerdo en que la nueva Generalitat deberá contar al menos con doce departamentos.

Difícil juego de equilibrios

En espera de las negociaciones para el reparto, el difícil juego de equilibrio entre los partidos puede echar mano de una ley que da muchas opciones. Así, en su artículo 15, recoge la prerrogativa del presidente para nombrar o cesar uno o varios vicepresidentes.

La ley regula además dos tipos de consellers: aquellos que no tienen ningún departamento asignado, es decir, un conseller o consellera sin cartera; y aquellos sin cartera, es decir sin funciones ejecutivas. Además, añade que «el presidente podrá designar de entre los miembros del Consell un portavoz».

La redacción de la ley da pues mucho margen de maniobra al Botànic. Los socialistas, reforzados por los resultados electorales del 28A, aspiran a que esa mayoría se refleje en el Consell, idea que implicaría restar poder a Compromís. Así, por ejemplo, nombrar dos vicepresidencias, aunque Mónica Oltra retuviera la primera, podría ser una vía para este objetivo. Mientras, Podemos ha puesto el ojo en áreas como Medio Ambiente, Justicia, Vivienda o Transparencia.

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