El Día Mundial del Sueño es un evento anual que pone de manifiesto la importancia de los buenos hábitos del sueño. Cuestiones importantes como la medicina, la educación, los aspectos sociales y la conducción afectan directamente a la calidad del sueño, de ahí la importancia de eventos de este tipo. El Comité Mundial del Día del Sueño de World Sleep Society se encarga de celebrar tan señalada fecha, para remarcar la importancia de disminuir la carga de los problemas del sueño en la sociedad a través de una mejor prevención y tratamiento de los trastornos del sueño. El lema de este año es 'Better sleep, better life, better planet' (dormir mejor, vivir mejor, planeta mejor).

Uno de los grupos de edad más sensible a los trastornos del sueño es el formado por los niños. De hecho, muestra del interés que este problema suscita entre los científicos es que según la base de datos PubMed en 2019 y los dos primeros meses de 2020 se han publicado 904 artículos en revistas importantes internacionales sobre el sueño y sus problemas en menores de 18 años.

En ese sentido, el Hospital Quirónsalud Valencia ha elaborado una encuesta en la Comunidad Valenciana en la que se ha detectado que al menos el 50% de los niños de 6 a 12 meses de edad se duermen de manera autónoma; el 18.6 % de los menores de 6 años presentaban despertares por noche al menos 3 noches por semana y un 11.3% presentaban una latencia de sueño (tiempo que tardan en dormirse) mayor de 30 minutos.

En esa misma encuesta, se reflejaba que el 52.8% de los adolescentes valencianos de 14-15 años de edad acudían a clase habiendo dormido menos de 8 horas y, de ellos, un 17% mostraban síntomas de excesiva somnolencia diurna. Según los datos del estudio realizado en la Comunidad Valenciana, el 27% de los niños de entre 5 y 12 años tienen problemas a la hora de irse a la cama; un 11.3 % tienen los periodos de latencia excesivamente largos y un 6.5% presentan despertares nocturnos.

Todos estos datos ponen de relieve la alta frecuencia de los problemas con el sueño (no de las enfermedades del sueño) en la población infantil española. Las causas de esta alta incidencia pueden ser varias y diversas teniendo en cuenta que el sueño es una realidad bio-psico-social y los tres componentes juegan un papel diverso en su desarrollo.

Causas del insomnio infantil

La sociedad occidental se ha convertido en una sociedad de 24 horas que transmite a su población la idea de que se debe dormir lo justo pues el tiempo hay que "aprovecharlo" con otras actividades olvidando que el sueño adecuado en cantidad y calidad es esencial para el buen desarrollo del ser humano, el control del humor y la eficiencia escolar, laboral y conductual. Máxime si tenemos en cuenta que el sueño es la actividad a la que el cerebro dedica más tiempo los primeros años de vida coincidiendo con la etapa del desarrollo y maduración de importante áreas del organismo como el área del cortex prefrontal donde radican las funciones ejecutivas.

El origen del insomnio infantil es múltiple pero la ausencia de límites horarios para ir a la cama y el uso de las nuevas tecnologías lo favorecen, tal y como explica el doctor Gonzalo Pin, jefe del Servicio de Pediatría, "el horario de los niños está ajustado, la mayoría de veces, al de sus padres y no al revés. Esto genera que los pequeños empiecen tarde el proceso inicial del sueño aunque luego tengan que madrugar porque las clases comiencen pronto. Esto les genera un déficit de descanso".

Si a esto, además le añadimos el uso de las nuevas tecnologías a últimas horas del día provocamos que el trastorno del sueño se agudice porque la luz de los dispositivos como móviles o tablets provoca una activación cerebral que impide que el niño comience la fase del sueño.

Consecuencias del trastorno del sueño en los niños

La falta de sueño o dormir mal afecta a cada uno de los aspectos del desarrollo del niño y del adolescente provocando desde una disminución de sus funciones cognitivas (inatención, problemas de concentración€), pasando por alteraciones del rendimiento escolar, dificultades en el control emocional e impulsos, así como una mayor incidencia de problemas conductuales y alteraciones psicológicas. También se afectan funciones como el sistema inmune, el área cardiovascular y diferentes sistemas metabólicos.

Especial interés tiene la íntima relación bidireccional encontrada entre el déficit de sueño y las alteraciones del sueño con el desarrollo, mantenimiento y resistencia al tratamiento de la obesidad-sobrepeso pediátrica.

De manera general, en niños menores de 5 años se estima que aproximadamente un 30% presentan problemas y/o alteraciones del sueño de diverso orden y de ellos, entre el 11 y el 15% los siguen teniendo en la edad escolar. Las funciones ejecutivas (en la toma de decisiones) son especialmente sensibles a las dificultades con el sueño.

Además, uno de cada cuatro niños tiene dificultades para atender en clase por falta de sueño, tal y como indica el doctor Gonzalo Pin, "el 27% de los niños de 5 a 12 años tiene problemas para irse a dormir, lo que provoca que presenten dificultades para atender en las clases, sobre todo a las de las primeras horas de la mañana"

Precisamente por esto, el especialista del Hospital Quirónsalud de Valencia insta a la comunidad educativa, en su estudio europeo Sleep Habits in Student's Performance, a impartir asignaturas lúdicas que no requieran concentración a primera hora de la mañana o a eliminar los exámenes los lunes, para ayudar a los alumnos a mejorar su rendimiento escolar. El objetivo fundamental de este proyecto ha sido reconocer la influencia del sueño y del descanso en el estado emocional y físico del estudiante, así como en su capacidad de aprendizaje para optimizar los horarios en los que los alumnos tienen una mayor capacidad de atención y aplicar medidas que permitan un mejor aprendizaje de las asignaturas más complejas.

Otra de las consecuencias probadas de la falta de sueño es el aumento de la agresividad, de hecho en ese ámbito el Hospital Quirónsalud Valencia hizo un estudio junto con el Ayuntamiento de Silla, con fondos de la Unión Europea, que demostraba que al mejorar la calidad del sueño de los niños, la reducía la agresividad en las aulas. Como explica el doctor Pin, "gracias a este estudio podemos afirmar que unos buenos hábitos de sueño y su optimización en cuanto a cantidad de descanso y momento del mismo favorece un mejor rendimiento escolar y colabora en una menor agresividad dentro de las aulas."

Recomendaciones para combatir el trastorno del sueño infantil

Pin establece que "la forma en la que dormimos los primeros ocho años va a condicionar el resto de nuestra vida". por ello es importante que los padres se conciencien de su importancia, dedicándole tiempo al reposo, procurando que los horarios sean regulares y evitando el uso de las nuevas tecnologías una hora u hora y media antes de irse a dormir.

También es necesario que los profesionales de la salud se impliquen en la educación, investigación y tratamiento de los problemas y dificultades con el sueño. El buen dormir, tanto desde el punto de vista cualitativo como cuantitativo, es un derecho de salud pública de cada uno de los niños.