Juicio en la Audiencia de Barcelona

Puigdemont declara que el mosso acusado de ser su escolta le acompañaba como amigo

Carles Puigdemont.

Carles Puigdemont.

Con una hora y media de retraso por la incomparecencia de un interprete de francés para que las autoridades belgas pudieran seguir el interrogatorio, Carles Puigdemont ha comparecido ester viernes como testigo a través de videoconferencia en el juicio que se está celebrando en la Audiencia de Barcelona al exconseller de Interior, Miquel Buch, y al sargento de los Mossos, Lluís Escolà, acusado de presuntamente haber efecuado tareas de protección al exmandatario tras salir de España. El exjefe del Ejecutivo catalán se traslado a un juzgado cercano a Waterloo, la población en la que reside. Durante su declaración, calificó al agente imputado como un "amigo" y "patriota" que si está siendo juzgado es por haber prestado "un servicio muy grande al país", sacrificando su vida privada "para poder acompañarme" cuando las autoridades españolas se "negaban" a que tuviera el servicio de seguridad que le corresponde como expresidente de la Generalitat.

Puigdemont ha salido en tromba en defensa de Escolà y ha desmentido que en la reunión que celebró el 25 de junio del 2018 con Buch en Berlín (Alemania), en la que también participó el entonces conseller Daniel Calvet, se hablara del sargente imputado y que en ese encuentro se trataron solo cuestiones políticas. La fiscalía vincula esa reunión con unas declaraciones efectuadas días después por la que era portavoz del Govern, Elsa Artadi, respecto a que se había iniciado la tramitación de la solicitud para otorgar las prerrogativas del expresidente, así como que las primeras que se activiarían "serían la de protección". Puigdemont insistió en que tampoco en otras reuniones que ha mantenido con el 'exconseller Buch' se habló del sargento investigado.

Puigdemont ha precisado que el hecho de que el Ministerio de Interior no le autorizara contar con un servicio de seguridad en Bélgica no motivó que se "contratara" a Escolà para hacer esas funciones. "De ninguna manera", ha subrayado. El expresidente también ha negado que interviniera a través de un amigo, en concreto del exalcalde de Girona Albert Ballesta, para que Escolà consiguiera una excedencia en marzo del 2018 y así poder dedicarse a su seguridad. "De ninguna manera, nunca he pedido un servicio de protección que no sea el previsto en la ley y que todavía no se cumple", ha asegurado.

Dormir en la Casa de la República

El exjefe del Ejecutivo catalán ha reconocido que cuando Escolà viajaba a Bélgica se alojaba en la Casa de la República, su residencia oficial, como cualquier otro "amigo" y "patriota", un hecho que ha sido corroborado por la expareja del sargento de los Mossos. "Pero no en funciones oficiales", ha recalcado. Puigdemont quiso dejar claro que en octubre del 2017, cuando salió de España rumbo a Bélgica, ayudado por Escolà y otros agentes, no eludió la acción de la justicia, pues en ese momento no tenía abierta ninguna causa judicial en España. En todo caso, ha insistido, le acompañó como amigo.

El exmandatario ha reiterado varias veces que las personas que le han acompañado durante los últimos años en el extranjero no son escoltas, pues estos, cuando están de servicio portan abras y otros equipamientos. Para poder ejercer oficialmente de escolta fuera de España y llevar armas se necesita permiso de los ministerios de Interior y de Exteriores. Por otra parte, Puigdemont ha asegurado que tuvo conocimiento de que Escolà fue nombrado asesor del 'conseller' de Interior, Miquel Buch, en julio del 2018. "Sí naturalmente, como experto en seguridad", ha incidido. Tras cuarenta minutos de declaración, el tribunal dio por acabado el intrerrogatoro del expresidente y se procedió a la desconexió con Bélgica.

Testigos y peritos

Antes de esta declaración, han comparecido en el juicio varios testigos, uno de ellos un detective, exasesor de Interior y conocido de Escolà, quien manifestó que el sargento no estaba capacitado para hacer de escolta por sus problemas de espaldas. La expareja del mosso acusado ha explicado que habían ido a Bélgica con él y que habían pernoctado en la residencia oficial de Puigdemont, pero que eran viajes privados y de vacaciones, reservando ella los billetes. Y ha recaldado que el imputado nunca hizo de esconta en esos traslados.

El tribunal, además, ha escuchado a los péritos que analizaron los informes entregados por el sargento a Interior después de ser nombrado asesor. Una mossa que ha actuado como tal ha relatado que algunos de esos análisis eran calcados a textos que se podían encontrar en internet, mientras que el experto designado por las defensas ha sostenido que no eran informes para tomar decisiones, sino para poner al 'conseller' en contexto sobre determinadas materias. "Es una guía", ha definido. El juicio continuará el próximo 13 de julio con las declaraciones de Buch y Escolà.