TENSIÓN EN ÁFRICA

El Gobierno pide a los españoles en Gabón que se pongan en contacto con la embajada tras el golpe de Estado

De momento la situación está en calma y no se está planteando una evacuación. Hay al menos 133 españoles en el país africano

José Manuel Albares.

José Manuel Albares. / EFE

Mario Saavedra

El Gobierno de España pide a los españoles que estén en Gabón y no se hayan puesto en contacto con la embajada que llamen lo antes posible al servicio de emergencias consulares (0 66 44 47 47 desde el país). Así lo ha dicho este jueves el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, que también asegura que no hay de momento intención de evacuarlos y que la situación en el país africano está en calma tras el golpe de Estado en el que se ha depuesto al presidente del país, Ali Bongo.

Pero la situación podría cambiar. Hay al menos 133 españoles registrados en la embajeda de Libreville, la capital de Gabón. Algunos viven allí, otros están por negocios o turismo. "De momento no hay ningún indicio para que sea necesario evacuar"Si hay que hacerlo lo haremos como lo hicimos en Afganistán, en Sudán y en Níger", ha añadido Albares a su llegada a la cumbre informal de ministros de Exteriores de la Unión Europea, que se celebra en Toledo por ser España el país que preside el Consejo de la Unión este semestre.

En la misma línea se ha expresado a preguntas de los periodistas el máximo responsable de la política exterior europea, el español Josep Borrell. "En Gabón no hay por el momento ninguna previsión de evacuación", ha insistido Borrell. "La situación es calma. No vemos ningún riesgo de violencia, ninguna situación que pueda provocar peligro. Hay unos 10.000 ciudadanos europeos en Gabón, pero ningún país ha expresado su preocupación por la situación".

Sobre si hay preparativos para evacuar rápidamente a los diplomáticos europeos aún presentes en Níger, el Alto Representante ha respondido que "esos están haciendo su trabajo, a las duras y a las maduras".

Al mismo tiempo, ha subrayado las diferencias entre el golpe de Estado en Níger, en el que el presidente electo y legítimo, Mohamed Bazoum, ha sido depuesto por un alzamiento militar ilegítimo; y el de Gabón, en el que los militares han depuesto a un presidente que forma parte de una saga familiar en la que las elecciones no son limpias.