ELECCIONES VASCAS

El PSE presenta una Euskadi colaborativa con Navarra y Francia como antítesis de la Euskal Herria de Bildu

Andueza reúne en Irún a la presidenta de Navarra y de la Aquitania francesa para reivindicar sus diferencias y pujar por espacios de colaboración entre ellas

Acto electoral del candidato del PSE-EE a lehendakari, Eneko Andueza, con la presidenta de Navarra, María Chivite y el presidente de Nueva Aquitania, Alain Rousset

Acto electoral del candidato del PSE-EE a lehendakari, Eneko Andueza, con la presidenta de Navarra, María Chivite y el presidente de Nueva Aquitania, Alain Rousset / Javier Etxezarreta / EFE

Elena Marín

Aunque la identidad vasca no ocupa el eje principal de la campaña entre los partidos nacionalistas, especialmente de EH Bildu, como ha ocurrido en el pasado, tanto PNV como PSE buscan la manera de forzar el reflejo de ese mundo abertzale que se camufla en políticas sociales. El candidato socialista, Eneko Andueza, lo ha hecho hoy en un acto en un punto fronterizo entre Euskadi, Navarra y Francia para escenificar la unión de los territorios limítrofes, pero en un modo diametralmente opuesto a la Euskal Herria histórica de siete provincias al que no renuncia EH Bildu.

En la ciudad fronteriza de Irún, en Guipúzcoa, Eneko Andueza se ha reunido con la presidenta navarra María Chivite y el de la francesa Nueva Aquitania, Alain Rousset. Allí, el candidato a lehendakari ha asegurado que los socialistas quieren "ser Euskadi" pero también Europa, igual que quieren "ser España: “Y por ser Europa, por ser España o Francia, Euskadi no va a dejar de ser Euskadi, ni Navarra va a dejar de ser Navarra ni Nueva Aquitania va a dejar de serlo. Ninguno vamos a perder nuestra identidad, que es precisamente plural y diversa”.

El encuentro se produce en plena campaña y apenas un mes después de que Navarra haya asumido la presidencia de la Eurorregión, una agrupación de cooperación territorial que promueve el desarrollo territorial transfronterizo entre estos tres territorios que todos se han molestado en recordar que se creó en 2011 impulsada por Patxi López desde el Gobierno vasco. La referencia al mundo abertzale no ha sido velada, sino explícita en boca de Andueza: "Algunos siguen aspirando a desmenuzar Europa desde dentro, como esos nacionalismos decimonónicos cuya aspiración es, precisamente, romper esos puentes que tanto nos ha costado tender". Pero también ha tenido para los partidos conservadores que se abrazan a una ultraderecha "que ni come ni deja comer, pero que van siempre en contra de cualquier medida que, venga de donde venga, sirva para mejorar la vida de la ciudadanía”. 

Así, Andueza ha vuelto a presentar al PSE como "la izquierda útil" en contraposición a las polítcas de izquierda que presenta la izquierda abertzale, a quien este fin de semana, a pesar de las dudas que generan sus palabras en su posible socio, el PNV, ha vuelto a decir que no en un acto con Pedro Sánchez como jefe de ceremonias.

Puente de unión

El discurso lo había servido en bandeja previamente la alcaldesa de Irún, Cristina Laborda, que ha destacado el simbolismo del icónico puente Avenida, en las inmediaciones donde se ha celebrado el acto y que conecta Guipúzcoa con Hendaia (Francia) por carretera. "La unión entre las tres regiones" está "aquí representada", ha explicado Laborda recordando que este es un lugar, abierto en 1915, que "durante mucho tiempo ha sido un espacio de separación" y ahora lo es de "libertad". "El día a día no entiende de fronteras, vamos a un lugar u otro sin importar si es Hendaia o Navarra", apuntaba la irundarra antes de señalar que son necesarias "políticas que piensen en personas y no en discursos identitarios".

"La unión hace la fuerza" ha reivindicado Andueza en este punto fronterizo justo antes de que Chivite apostara por espacios de cooperación que ayuden a "facilitar la vida" de los ciudadanos "independientemente de que estén a un lado u otro de las fronteras porque todos somos europeos”. El francés Alain Rousset también ha apostado por continuar con esta colaboración en un espacio en el que los tres dirigentes han marcado de alguna forma su identidad propia pero distinta de la de al lado. Euskadi sí, Navarra también, y lo que se conoce como país vasco francés también, pero con sus diferencias y con el único paraguas de Europa y no otra figura territorial distinta como la que los abertzales han estado años reivindicando.