El rejoneador Diego Ventura fue el único triunfador de la tradicional corrida de rejones de la Feria de Fallas, en la que cortó una oreja de cada uno de sus oponentes y salió por la puerta grande. El caballero nacido en Lisboa completó una actuación compacta y templada ante el mejor toro de Fermín Bohórquez que se lidió ayer, que tuvo tranco, templanza y clase, pero al que le fallaron la fuerzas como al resto de sus hermanos. Ventura destacó a lomos de Nazarí, un caballo castaño con el hierro de Arsenio Cordero, con el que llevó cosido al toro en la grupa y clavó dos banderillas que levantaron al respetable de sus asientos. Dos inoportunos pinchazos a la hora de entrar a matar le impidieron conseguir las dos orejas y tras un certero rejonazo a la tercera entrada le fue concedido un trofeo que paseó entre las ovaciones del público que casi llenaba el aforo de la plaza.

Ante el quinto dio toda una lección de ambición y raza toreras, llegándose a meter por tres veces consecutivas entre el toro y las tablas a lomos de Oro, un caballo bayo herrado con la divisa de Pedro Rodao. Con el tordo Morante, el caballo de Manuel Braga que lanza mordiscos a los toros, arrancó las ovaciones de los espectadores más heterodoxos y consiguió remontar una faena que había estado marcada por la falta de fuerzas y raza del astado de Bohórquez. Tras otros dos inoportunos pinchazos y un rejón entero, consiguió el trofeo que le aseguraba la mencionada puerta grande.

Andy Cartagena no tuvo suerte con los dos oponentes que le cupieron en suerte. Logró encelar al que abría plaza tras porfiar con él una enormidad y gracias a que se dejó llegar mucho a la cabalgadura. Por poco que obligara al de Fermín Bohórquez, éste perdía las manos y arrastraba toda su anatomía por el albero. El punto álgido de su obra llegó con una pirueta en la cara del burel tras la que logró colocar una banderilla al violín. Tras dejar un rejón trasero, escuchó palmas tras petición de oreja. Al que hizo cuarto bis, sustituto de un toro absolutamente inválido, también tuvo que sobreponerse a su ausencia de fuerzas, alegrando a la parroquia en la ejecución de tres banderillas cortas. Tras fallar con el rejón de muerte por dos veces, acertó a la tercera y su labor fue silenciada.

Andrés Romero, que sustituyó al lesionado Leonardo Hernández, dejó una grata impresión en su debut en Valencia. Con el que hizo tercero destacó en tres piruetas en la cara posteriores a la ejecución de la suerte de banderillas, en la que siempre quiso batir al pitón contrario y a lomos de Chamán arrancó las ovaciones con las banderillas cortas. Despachó al toro de tres pinchazos y un rejón, por lo que fue silenciado.

Al que cerraba plaza lo esperó en el zaguán de la puerta de chiqueros, pero el poco celo del de Bohórquez deslució el original inicio de la lidia. Su labor con éste fue intermitente y destacó en la suerte de banderillas al quiebro, esperando hasta el último momento para darle el cambio. Nuevamente volvió a errar en la suerte suprema, por lo que volvió a ser silenciado por el aficionado.