Las comisiones de falla tienen, crisis actual aparte, una sólida implantación, de tal manera que todas ellas gozan de un historial cada vez más dilatado. Sin embargo, tan sólo tres de ellas han plantado todos los años desde que la fiesta se reanudó en el año 1940 tras la Guerra Civil. Sólo tres lograron sortear las dificultades y la precariedad de los primeros años y sólo tres tuvieron continuidad hasta la actualidad. Una de ellas presentó sus proyectos para 2015.

Con la existencia consolidada, el Mercat de Russafa es una de ellas „junto al Mercado Central y Cervantes-Padre Jofre„. Por ello, la pareja Art En Foc plantará el próximo martes la falla consecutiva número 76. A lo que hay que añadir una solera aún mayor. De hecho, se datan en 1881 y hace ya tiempo editaron el libro conmemorativo del 125 aniversario.

Juan José Hernánez, Fernado Luna y Roberto Loras forman el triuinvirato presidencial (que el año pasado fueron cuatro con Amparo Gironés. «La salud de la comisión está bien. Sin demasiadas alegrías, por no decir ninguna, pero bien afianzada. No hemos tenido ninguna crisis grave y vamos al día. No nos podemos quejar, visto lo visto. Somos ciento diez falleros y vamos más o menos bien».

La bendición del nuevo casal supone el penúltimo traslado de un grupo humano especialmente trashumante, que ha ido nomadeando casi sin interrupción. Encontrar un bajo, acondicionarlo y marcharse en, relativamente, poco tiempo. Aunque si hubo un cambio traumático, fue cuando tuvieron que abandonar el local de la calle Donoso Cortés. Curiosamente, un agente inmobiliario había adquirido toda la manzana, salvo la finca en la que estaban ellos. Con contrato en vigor, no pensaban irse «y, casualmente, una de las máquinas que derribaban el resto de fincas va y comete un desliz y derriba nuestro casal. Mucha casualidad fue aquello».

La comisión ha protagonizado actividades de todo tipo. Fueron los primeros en organizar un concurso de chistes en la calle „antes de que aparecieran los monologuistas„ y dieron la oportunidad a uno de los primeros proyectos personales de Alfredo Ruiz. Asombrosamente, nunca han ganado primer o segundo premio de falla.

Pero si una actividad les ha caracterizado, esa es la mascletà del día 19, considerada una de la más importantes, si no la que más, que disparan las comisiones. Varias décadas con Rausell y desde hace ya unos cuantos ejercicios con Reyes Martí, quien quema un buen pellizco de la economía de la falla, que cunde especialmente por la gran sonoridad de la plaza. «En las próximas fiesta sabrá efectos digitales y será un espectáculo aún mayor». Es una cita tan seguida, que se dispara a las tres de la tarde para dar tiempo a los rezagados que vienen de la plaza municipal.

La otra gran cita que ha hecho fuerte la comisión «número dos» (ese es su número de censo) es la verbena de la Plaza Roja „la zona junto a la iglesia de San Valero, embaldosada de ese color„. El año pasado fue Chimo Bayo el protagonista y la comisión, que autogestiona la barra, consigue llenar la plaza todas las noches.

Los monumentos, de Art en Foc y Juanjo García militarán en Quinta B y Novena. La falla infantil, una alegoría al barrio y la comisión, está rematada por un gran campanario de San Valero, que en la presentación causó admiración por su perfección técnica y ya se empezaba a cuestionar si se debía quemar semejante obra de marquetería, pese a ser el remate y cuerpo central de la fallida.