Amarillo, rojo y azul. Los colores de la «Senyera» tiñeron ayer la plaza del Ayuntamiento durante la «mascletà» que disparó Pirotecnia Vulcano sorprendiendo a quienes la esperaban y dejando maravillados a quienes desconocían que ese es, precisamente, el sello de identidad de esta empresa, afincada en Madrid que, un año más, fue profeta en su tierra. Y de qué manera. La ovación del público al finalizar el disparo fue espectacular ya que la ejecución del mismo cautivó a las miles de personas que ayer abarrotaron la plaza del Ayuntamiento.

La« Senyera» se veía venir desde el principio. Pinceladas de amarillo, luego de azul... un toque de rojo...la bandera de la Comunitat Valenciana se intuía... pero no se veía a la perfección. Hasta el final.

Y es que la empresa que gestiona José Luis Giménez Clemente decidió acompañar el terremoto final «con una sucesión de cinco vueltas, añadiendo cada vez un color con ruido e incluyendo truenos digitales por bajo». ¿El resultado? Una «Senyera» perfecta que se iba componiendo conforme aumentaba la potencia del disparo y la plaza vibraba. Es más, cuando parecía que la «mascletà» no tenía fin... un golpe seco dio el punto y final a un espectáculo calificado por muchos como el «mejor» de los celebrados hasta el momento.

Y es que la combinación de color y fuego dio el resultado deseado. Sobre todo si se tiene en cuenta que el pirotécnico consiguió el efecto deseado: dejar al espectador con la miel en los labios. «El principio ha sido tradicional. Con traca valenciana, que es la que le gusta a los valencianos. Las primeras tres retenciones han sido traca, traca y traca. Luego hemos realizado un segundo principio, ésta vez digital, marcando los colores de nuestra ´Senyera´ para dejar la miel en los labios porque sabíamos que la gente esperaba la bandera pero no queríamos dar pistas de cuando la íbamos a hacer. El principio digital ha salido muy muy marcado. Como a mí me gusta porque queda muy elegante. El final era un poco complejo y ha quedado muy bien», explicó ayer el responsable del disparo, José Luis Giménez «hijo». Su padre, fundador de la empresa ya jubilado, puntualizó: «La gente no sabía si la ´Senyera´ salía o no... La estaban esperando, pero no la veían. Esa es la ilusión que hay que ofrecerle al espectador porque luego, cuando la han visto en el terremoto, ha llegado el momento de éxtasis que ha emocionado a la plaza».

Tras finalizar la «mascletà» la plaza del Ayuntamiento quiso recompensar al pirotécnico por el trabajo bien hecho y los asistentes se unieron en un sentido aplauso que acompañaron con gritos y vítores cuando los José Luis Giménez, padre e hijo, se asomaron al balcón del Ayuntamiento a saludar. «Hemos dejado el listón muy alto para el año que viene», reconocían más tarde, entre risas.

Las altas temperaturas que ayer registró la ciudad (26º) no fue impedimento para que miles de personas acudieran a su cita diaria con la pólvora. Eso sí, Cruz Roja atendió a un total de 46 personas, 32 de ellas por lipotimias, seis por heridas, tres por quemaduras y dos por contusiones.