"No debo pronunciarme, pero creo que cada fallero tendría una clasificación distinta". Con cuidado, como quien anda sobre brasas, se pronunció ayer el presidente de la Junta Central Fallera y concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Valencia, Pere Fuset, sobre la unanimidad alcanzada en los siete jurados de la Sección Especial en las votaciones para elegir la mejor falla del año adelantada ayer por Levante-EMV.

El edil recordó, como viene haciendo desde el día de los galardones, que Especial "podía haber elegido su propio jurado, como hicieron en infantil" y que la forma de elección del jurado "fue la aprobada por unanimidad en la asamblea".

Fuset salió así al paso del descontento presente entre varias comisiones de Especial por el dictamen de los jurados que acabó aupando a la falla que Carlos Carsí plantó en Cuba-Literato Azorín a lo más alto del podio fallero, seguida por Convento Jerusalén-Matemático Marzal y L'Antiga de Campanar. Este descontento se acrecentó cuando el pasado lunes acudieron a comprobar las actas y vieron que los votos de los jurados eran idénticos. Llegaron a calificarlo, incluso, de "tomadura de pelo".

El presidente de la JCF intentó ayer aplacar los ánimos y aseguró no contar con "criterios" para valorar la decisión de los jurados. Fuset insistió, ademas, en la necesidad de "profesionalizar" a los jurados y recordó que es imposible "satisfacer a todas las comisiones". Sobre las declaraciones del alcalde, Joan Ribó, el pasado sábado tras la última "mascletà" sobre su deseo de "objetivar" los criterios para dar los premios, Fuset comentó que es "deseable", pero aseguró que los falleros "no se ponen de acuerdo en qué hay que valorar".