La comisión de la Universitat Politècnica llama con insistencia a la puerta de la corte de honor. Desde 2011, y salvo el paréntesis de 2013, todas las noches de Fonteta cuentan con la presencia de una joven de la 318. Patricia es la nueva baza para recuperar unas alegrías que, casi de corrido, vivieron y disfrutaron en la primera década del siglo.

Pasan los años y esta comisión, que en su fundación era todo un experimento por sus especiales características, prosperó, creció y se consolidó. Y tanto ha sido así que han pasado los años y Patricia Santón, ya con 21 años, es de las que ya puede decir que «soy de esta comisión desde niña, desde que me apunté con cinco años. Mis padres tenían amigos en el Politècnico, a mi me gustaban las fallas, tirar petardos... y casi con mis primeros pasos me apuntaron. Estudia «Magisterio de Infantil y Primaria, con mención de inglés». En septiembre ha empezado el cuarto curso. «Me encantan los niños». También tiene el grado en su otra gran pasión: «la danza clásica». Y mas pasiones, porque también pertenece a los Almorávides de los Moros y Cristianos.

Acompañó a su reinado las fallas experimentales marca de la casa de la comisión «y es algo muy especial porque la ves crecer y te sientes muy partícipe de ella. Y también la infantil, que estaba hecha a base de patatas y yo hice alguna». Fue fallera mayor infantil en el año 2008 «y ahora he sido mayor siguiendo la antigüedad y que nos hemos ido respetando el grupo de amigas. Todo el grupo ha ido pasándose la banda de una a otra. Somos "veteranas"». Y ahora les queda rematar en la Fonteta. «Debería decir que ya nos toca, pero tengo que decir "que sea lo que tenga que ser"».