Allá donde está, su presencia se nota. Lo impregna todo con su inconfundible risa. Y es que, si la finalista valenciana del programa «Maestros de la costura» destaca por algo, además de por su simpatía, es por el amor que siente hacia las Fallas, de las que dice «son una forma de vida los 365 días del año». A su treintena de edad, Amparo Ordaz, quien fuera fallera mayor infantil de la Falla Micer Rabasa-Poeta Maragall, y repitiese reinado hasta en dos ocasiones más siendo adulta, se ha convertido en un referente emergente de la moda tras su paso por el programa de confección y todo un emblema del mundo fallero, pues a sus dotes de costurera se une también su talento para el diseño, incluso de fallas. Este año, y como es tradición desde hace cinco ejercicios, ha dado vida al monumento de su comisión. Una espectacular figura de alto contenido social que denuncia la violencia machista y reivindica la figura femenina y su histórica lucha por la igualdad. Solo a «Amparito» se le hubiese ocurrido plantar un útero gigante en mitad del vial para normalizar la menstruación, «la única sangre que las mujeres deben derramar». Y para ese fin, el órgano lleva instalada una fuente en su interior que expulsará agua tintada de rojo. A su alrededor, diversas escenas que recrean las numerosas formas en que el terrorismo machista es ejercido sobre las mujeres. De este modo, el monumento denuncia la ablación, los matrimonios concertados o las violaciones, entre otros, y reivindica el derecho al aborto o la lucha sufragista. De todas las mujeres representadas, solo una está viva.

Un monumento de empoderamiento y sororidad que se viste de morado, blanco y amarillo, sus colores predominantes, aunque el favorito de Ordaz sea el verde, «como la esperanza». La misma que nunca perdió cuando sufrió acoso escolar. Tal y como ella reconoce, «aprendí a sonreír cuando todos me insultaban y pegaban». Nunca la ha perdido y, en ese proceso, ha construido una personalidad fuerte, «siempre en lucha», que se ve materializada en la falla «La única sangre».