La comisión de Barraca-Espadán ha denunciado que el día 31 de diciembre se quedarán sin sede social, después que acabe el contrato que tienen con el actual casal y que el espacio alternativo no tenga todavía autorización municipal, que achacan la "falta de gestión e inoperancia, además de falta de respeto que le tienen a los ciudadanos".

La queja viene a cuento de que habían encontrado un espacio alternativo al local que venía siendo su casal desde hacía 60 años (el antiguo Bar Moderno del Cabanyal

Cuando presentaron el informe técnico de actuación "nos contestan a los seis meses, que una de las tres fachadas que consta el local están protegidas y que Patrimonio nos solicita que hagamos una referencia cromática de la misma y especifiquemos las actuaciones sobre la misma fachada. Nuestra gran sorpresa es que nosotros ya especificamos en nuestro expediente que no vamos a hacer ningún tipo de actuación sobre la misma (sabíamos que había una fachada protegida), pero desde Patrimonio nos instan a hacerlo porque si no el permiso es denegado. Y así nos lo hacen llegar el 9 de Septiembre del 2020: el permiso estaba denegado".

Tras la modificación del proyecto, a día de hoy aún no han recibido contestación, por lo que "el día 31 de diciembre nos quedamos sin casal". A la espera de esa contestación "mientras llevamos gastados casi 18.000 en mantener los dos locales".

"De toda esta historia, que es mas larga, hay intercambios de e-mails, con técnicos y Presidente de JCF y donde la concejala de Urbanismo y Vicealcaldesa de Valencia Sandra Gómez ha sido incapaz de darnos una solución" concluyen, además de quejarse de que "no buscamos nada extraordinario. Sólo queremos que alguien nos reciba, cumplir la ley y seguir haciendo falla".