Y aunque ya ha habido cordà y mascletà el 27, la estética y la lírica del 1 de marzo es especial. Sin la enorme cantidad de público del domingo, pero con ese "algo" que da el ver a los Nebot de Peñarroja montando el espectáculo. Ellos llevan ya 26 años disparando el primero de marzo, pero no muchos más años atrás es cuando empezó el ciclo 1-19. Las generaciones nuevas van tomando el relevo y el disparo fue tan cumplido y profesional como siempre. Se cuestiona en estos días si ahora la pirotecnia suena más fuerte o si es que habíamos perdido las sensaciones y lo que pasa es que nos parecen más ruidosas.

El "No a la Guerra" presidió el disparo de pólvora de paz GERMAN CABALLERO

Buen ánimo en la gente. Había ganas de recuperar las sensaciones perdidas. La de pelarse la última clase, la de enfadarse con el tapón de tráfico, la de sacar el bote de cerveza y la de volver a apretujarse durante un buen rato para disfrutar de siete minutos de ruido.

Y una sensación en todo caso: cunde la relajación. El muestreo visual dice que en las primeras filas sí que hay mascarillas, pero que a partir de la tercera o cuarta empiezan a echarse de menos. Además, la gente bebe y mordisquea (los desechos en la calzada lo evidencian) y al final, aerosoles hay. El ayuntamiento se cura en salud y el "Mediterrani" con que se daba paso al inicio del disparo se ha cambiado por una voz femenina que recuerda el uso obligatorio de la mascarilla.

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El concejal Carlos Galiana no quiere sacar la vara verde. "Estamos lanzando el mensaje porque es obligatorio. En el balcón lo cumplimos a rajatabla. Es una responsabilidad individual. A ninguno se le escapa de qué situación venimos. Tenemos sobreinformación y volvemos a insistir: prudencia. Los falleros fueron ejemplares en septiembre. Y le pido al resto de la ciudadania que nos acompañen".

Entre las personas invitadas al balcón principal se vio al presidente de la Academia de Cine, Mariano Barroso. "Estoy como si llevara dos días escuchando rock and roll. Joan Ribó me ha dicho 'no te puedes echar hacia atrás, aunque el impulso es echarte hacia atrás, tampoco puedes cerrar la boca ni taparte los oídos. Y ahí que hemos aguantado y es muy espectacular"," aseguraba posteriormente. Tuvo cerca a la fallera mayor de València, esa a la que entre todos dejaron sin butaca en la ceremonia de los Goya, con lo bien que habría venido esa promoción.