La entrega de premios de las Fallas de 2022 se ha convertido en un particular homenaje de la fiesta al artista Manuel Algarra mediante la iniciativa de las propias comisiones. Dos han sido los actos especiales, en los que han participado la viuda y el hijo del artista, fallecido hace apenas unas semanas.
Primero llegaron con la falla Maestro Gozalbo-Conde Altea, que cerraba la serie de comisiones de Primera A como ganadores de primer premio. Ya junto a la tribuna apareció un grupo de jóvenes con carteles que llevaban la foto del artista y el que ya es el lema que le acompañará: "Eterno Algarra". Tere y Manuel llegaron junto con el presidente y la fallera mayor y el responsable del diseño y amigo del artista, Ivan Tortajada. Fue el primer gran momento, puesto que las comisiones de la categoría de plata se quedaron para hacer pasillo a todos ellos, siendo ambos aplaudidos masivamente conforme pasaban por la plaza y la calle de la Sangre.
Posteriormente, ambos se reunieron con la comisión de Almirante Cadarso-Conde Altea para recoger el cuarto premio de falla y primero de ingenio de la Sección Especial. Pero en este caso con otro valor añadido: tanto Cuba Literato Azorín como el Pilar, ganadores del tercer y segundo premio, como, sobre todo, Convento Jerusalén, que debía haber sido la última en pasar como ganadores del primer premio se la sección, les cedieron el turno para que fueran ellos los que acudieran como colofón del acto. Fue a sugerencia de la vicepresidenta de festejos, Cristina Estévez, tras estudiarse diferentes alternativas. En su momento también se había barajado un acto conjunto de las dos fallas de Algarra, pero la opción definitiva fue que cada una tuviera su homenaje y, sobre todo, que se convirtiera en el colofón.
La recogida de galardones, acompañada también de lágrimas y besos al cielo, se completaron con la foto de grupo de artistas, presidentes y falleras mayores y el pasillo que, una a otra, se hacen las comisiones, cerrado esta vez sí, por Convento.
Ha sido el momento más emotivo de una matinal absolutamente atípica, en el que las comisiones han llegado al centro de la ciudad para, en la plaza del ayuntamiento y aledaños -la única zona cerrada al tráfico, aunque incluso a mitad de entrega cruzaron tronando varias unidades de policía- , transitar recibiendo los galardones de falla y otras actividades y hacerlo un mes y medio después de cuando tocaba a causa de la lluvia. El desfile ha transcurrido no ya con puntualidad británica, sino ausente de parones. La participación era la gran duda. Obviamente, han desfilado muchas menos personas que en un año normal. Pero tampoco ha estado nada mal. Con muchas oscilaciones: desde la falla que acudieron, en solitario, presidente y fallera mayor (aparte de las que no fueron) a las que vinieron con una gran cantidad de falleras y falleros. Se echaron de meno, lógicamente, las bandas de música, que haberlas, hubo, pero no como en un 17 de marzo convencional. Muchas aprovecharon collas de "tabal i dolçaina". La temperatura acompañó. Sin llegar al calor tórrido de las Fallas de Septiembre aunque la comitida oficial sí que dispuso en esta ocasión de toldos para resguardarse.
Entre los desfiles, las curiosidades de siempre, como la falla que desfila con todos sus falleros en traje de fallero negro (Dr. Peset Aleixandre-En Guillem Ferrer); la despedida de Luis Herrero tras casi cuarenta años plantando en Barón de Patraix y hacerlo con un primer premio; el estreno como ganadores de fallas como Vall de Laguar-Padre Ferris o Maestro Serrano-Alacant... pero al final, el nombre y apellido propio fueron Manuel y Algarra. Al acabar, el ganador de la Especial, Pere Baenas, publicaba una foto de su primer premio de Especial mirando al cielo. "Va por tí, querido amigo, allá donde estés. Sempre Falla".
