Las Fallas se apuntan al belén creativo, que supera ya al Tradicional

Tras los de las Hermanas de Belén, los de Fray Conrado, el de Nuevo Centro, el del Mercado Central, los oficiales del Ayuntamiento y los Comerciantes del Centro Histórico, Mercado Colón, Museo de la Cerámica... parecía que estaban todos los belenes de la ciudad. Pero nada más lejos de la realidad. Este fin de semana llega la particular mega-inauguración de los nacimientos que quedarán instalados en los casales falleros. Tanto, como que hoy mismo empezarán a abrir sus puertas porque, a la vez, empezará la visita del jurado del concurso que organiza la Junta Central Fallera desde el año 1975. 

Se trata de una de las actividades más seguida por las comisiones y articula el mayor movimiento belenista de la ciudad. Un total de 105 colectivos participan en el certamen, lo que supone más de la cuarta parte del censo. 

Apuesta por la originalidad temática

Y algo ha cambiado definitivamente en la tendencia. Las fallas se pasan a la inventiva. A incrustar las escenas de la Natividad (la Anunciación a María y a los pastores, la Huida a Egipto, el pesebre, la adoración de los Reyes Magos...) en lugares o con personajes que no tienen absolutamente nada que ver con los pasajes bíblicos. Es un particular trampantojo de la historia en el que los personajes del Antiguo Testamento se convierten en protagonistas de entornos de todo tipo. 

Así es el belén de la falla Mercat del Cabanyal, inspirado en Stargate

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Con figuras elaboradas por los propios falleros, hasta 48 fallas de pequeño tamaño serán de libre diseño por 43 de tradicional. Y en la categoría reina también pasan a ser predominantes los creativos: 13 contra 8 que, también con no poco derroche de medios, los instalan en un entorno, éste sí, ambientado en la Judea de hace 2.000 años, que también tiene, en sus construcciones más exigentes, auténticos alardes de ingeniería y en los que la falla Creu i Mislata defenderá el primer premio.

Sirvan los ejemplos de libre diseño que empiezan a aparecer. Justo Vilar-Mercat del Cabanyal ha mandado a los personajes a cruzar un doble Stargate. El primero les lleva a los edificios más emblemáticos de Dubai, y el segundo, al desierto egipcio, para acabar con el nacimiento, que está a los pies de una réplica del Tesoro de Petra. Este nacimiento ya fue inaugurado el 1 de diciembre.

Na Jordana lo dedica a la pirotecnia, combinando elementos alusivos y alegóricos del arte de la pólvora con escenas y personajes realizados a base de planos de cartón elevados en el aire, como si de carcasas se tratara. 

Hay comisiones con una alta especialización en esta actividad, que perviven año tras año. Es el caso de la falla Els Doctors, que traslada su nacimiento a un escenario polar. O San Vicente-Marvá, que reivindicará el material reciclado. Este año descansa la comisión de Monteolivete cuyo arte, sin embargo, puede verse en el Mercado Central, donde tienen exhibido el ganador de año pasado.

El concurso de belenes guarda similitud con el ya desaparecido de Calles Adornadas, pero trabajado bajo unas dimensiones más pequeñas, que no menos laboriosas. «Llevamos haciéndolo desde la primavera» casi coinciden al unísono los responsables de los belenes de Na Jordana y del Mercat del Cabanyal. 

 No es de extrañar, por ejemplo, que comisiones como Progreso-Teatro de la Marina (ganadora del concurso en 2021, que este año lo dedican a los cuentos tradicionales), o Padre Santonja, brillaran también en su momento en el adorno de calle. Hasta el 7 de enero, los casales serán un deleite para los sentidos.

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