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Reunión

La Banda del Empastre se reúne 10 años después para organizar un acto de homenaje

La Banda del Empastre se reúne 10 años después para organizar un acto de homenaje Levante-EMV

Poca gente existe en Catarroja que no haya oído hablar nunca de la Banda del Empastre. Forma parte del municipio, de su historia, de su gente. Esta formación, que durante casi 90 años llevó la diversión a plazas de toros de todo el mundo (sus giras por Colombia, Venezuela, California o Argentina duraban meses) revive ahora sus momentos míticos gracias al empeño de un grupo de catarrojenses, que preparan para 2015 distintos actos en honor al centenario de su fundación.

Para «ir afinando», los componentes de la ahora extinta banda se reunirán mañana domingo en un almuerzo en la localidad. Los músicos se encontraarán por tercera vez en poco tiempo para continuar relatando a «Un tall d'empastradors», el colectivo que se está encargando de organizar el homenaje, sus vivencias y sus recuerdos. El objetivo es recopilarlos y publicarlos en un futuro libro.

Estos almuerzos también servirán para encontrar al resto de miembros de la banda de música cómica que todavía queden por contactar. «Algunos tenemos unos entre 70 y 80 años, otros, los más jóvenes, están en los 40. Por eso muchos nos estamos conociendo ahora, es otra generación», explicó a Levante-EMV Pascual Peris, uno de los veteranos de la banda cómica. Tras casi 30 años de «empastre», Peris dejó la banda y, como muchos de sus compañeros, pasó al mundo de la música profesional. Ha dirigido los conjuntos musicales de localidades como Albal, Catarroja, Alginet o Catadau.

«No podemos perder este patrimonio, esta historia», indica, por su parte, Juan Artola, miembro del colectivo que organiza el tributo. «El Empastre no era solo música cómica, era también toreo y banda profesional», recuerda. «Todo el mundo en Catarroja tiene algún lazo con la banda», añade. «Las generaciones más jóvenes tienen que conocer este grupo de personas de su pueblo. En una época, después de la Guerra Civil, en la que España estaba cerrada en sí misma y nadie podía circular libremente, estos vecinos se fueron a ver mundo. Sostenían a sus familias. Tienen mucho que contar», reivindica. m. bonillo catarroja

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