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Los vecinos de l'Horta pagan 60 euros más por recibo del IBI que antes de la crisis

Los consistorios ingresaron 200 millones por la contribución urbana, 47 millones más que en 2009

Los vecinos de l'Horta ya pagan a sus ayuntamientos más de 200 millones de euros por el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de naturaleza urbana, un tributo cuya recaudación no ha parado de crecer durante la crisis pese a que la mitad de los municipios han rebajado en el último lustro el tipo impositivo (3 puntos menos de media). Son 47 millones de euros más que en 2009 por la contribución de viviendas, garajes, trasteros y locales. En total, la aportación de los habitantes de las 43 localidades a las arcas municipales ha crecido un 30,88 % (cuatro puntos por encima de la media de la Comunitat Valenciana) en cinco años al mismo tiempo que la inversión de los ayuntamientos por vecino descendía, tal como reflejó el Síndic de Comptes en la última Cuenta General de las Entidades Locales.

En relación a aquel 2009, cada propietario de l'Horta vio en 2013 cómo su contribución a las arcas municipales había aumentado en una media de 60 euros por inmueble urbano. Tal incremento está ligado a una combinación de factores, como son el impacto de las revisiones catastrales y otras subidas emprendidas por los ayuntamientos, pero también por los recargos que decidió a partir de 2012 el Gobierno central. Otro factor determinante para explicar el aumento de la facturación del IBI se debe al crecimiento de la nómina de inmuebles sujetos a esta tributación. En 2013 en toda l'Horta abonaron este tributo 47.080 inmuebles urbanos más que en 2009.

Por municipios, los dos ayuntamientos en los que más se ha incrementado la recaudación desde 2009 son Llocnou de la Corona y Alboraia: un 89,95 % más en el primero y un 80,37 % más en el segundo. En el caso de Alboraia no se debe a que haya aumentado la tasa impositiva ya que en 2013 era cuatro décimas menor que en 2009 sino al mayor número de propietarios que pagan la contribución y, según explica la concejal del gobierno, Ana Bru, sobre todo a la revisión del catastro en 2010, incrementando el valor de las viviendas (el IBI es un tributo directo cuya base imponible esta constituida por el valor catastral de los inmuebles) y, por lo tanto, lo que sus dueños están obligados a abonar al ayuntamiento

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También los alcaldes de Beniparrell y Massalfassar (Vicente Hernandis y Joaquín Soler) responsabilizan a la revisión catastral que tuvieron que hacer en 2008 del hecho de que estos dos pequeños municipios sean los que más recauden por recibo: 943 euros el primero y 629 el segundo. Pero también es fundamental en estos dos casos el peso de sus zonas industriales o comerciales en relación al número de casas. Hernandis, por ejemplo, calcula que el polígono podría ocupar hasta un 70 % del suelo de la localidad y que, mientras que una casa de 160 metros cuadrados ha pagado este año 320 euros de IBI, una nave industrial puede pagar hasta 12.000 euros. Además, en el caso de Beniparrell las industrias abonan un tipo mayor que las viviendas.

Massalfassar también aplica uno de los tipos más bajos de la comarca y, pese a ello, la media obtenida entre número de recibos y cuota líquida también le muestra como el segundo consistorio que más obtiene por recibo. Su alcalde también destaca el peso de la zona industrial y del parque comercial El Manar y, sobre todo, «a que sufrimos la revisión catastral en 2008, cuando los precios de mercado eran mayores. Por eso hemos tenido que ir bajando el tipo impositivo y que el vecino no sufriera tanto la subida catastral», afirma Soler.

El tercer municipio cuyos vecinos más pagan (de media) por recibo es Godella, donde el peso contributivo no tiene que ver con zonas industriales sino con las residenciales, ya que las parcelas de sus viviendas (principalmente en las urbanizaciones) son mayores que en otros municipios y el valor catastral más alto.

En el lado contrario están Emperador y Xirivella que pese a que los tipos impositivos están por encima de la media comarcal sus propietarios apenas pagan 174 euros por recibo en el primero y 220 en el segundo. El hecho de que la mayor parte de sus casas sean pisos de tamaño medio y, sobre todo, que no hayan revisado el catastro desde 1995 contribuye a que se sitúen de momento como los IBI menos costosos de l'Horta.

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