El Ayuntamiento de Rocafort ha comenzado a negociar con la Conselleria de Medio Ambiente y los Ayuntamientos de Burjassot y Godella una alternativa para evitar la construcción de un azarbe para aguas pluviales en la huerta, que supondría una grave afección.

El alcalde accidental, José Antonio González, y el concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Eduard Comeig, mantuvieron una reunión con el secretario autonómico de Medio Ambiente, Julià Álvaro, a la que también asistieron la alcaldesa de Godella, Eva Sanchis, y el edil de Medio Ambiente de este municipio, Fernando Oliveros, así como con técnicos municipales de Burjassot. El objetivo era llegar a un acuerdo que solucione el problema de las inundaciones en esta zona con una intervención menos agresiva.

Este encuentro se produce después de que el pleno de Rocafort aprobara una moción para instar a la Generalitat a paralizar el plan, que prevé construir un canal de más de un kilómetro de largo y de hasta 30 metros de ancho por mitad de la huerta de Rocafort, desde el límite entre el municipio y Godella hasta Massarrojos, en paralelo a la plataforma del ferrocarril. El pleno consideró la intervención «demasiado agresiva con el medio ambiente» y instó a una solución de consenso entre los municipios afectados y Conselleria.

El encuentro con Julià confirmó el compromiso de todas las partes por alcanzar un acuerdo y considerar otras alternativas. Una de ellas es la construcción de balsas de laminación en Rocafort y Godella que permitan drenar el agua de lluvia y controlen las avenidas en origen, con el fin de eviar que lleguen a la Real Acequia de Moncada.