La alegría de haber contribuido a una gran Cordà durante la madrugada se vio ayer por la mañana empañada, en cierta manera, por el fallecimiento de una de las personas que había participado en el espectáculo. El tirador Manuel Garrido, habitual de la Cordà desde hace años y que, en esta edición, había participado incluso en la descarga del camión y la carga de los cajones, según informan fuentes de la organización, fallecía ayer por la mañana, horas después de acabar, de forma súbita. Fuentes municipales han indicado que la propia familia explicó que la muerte «ha sido a causa de un fallo del marcapasos que llevaba, que no tiene nada que ver con su participación en la Cordà». Las entidades vinculadas a esta tradición lamentaban ayer su fallecimiento, así como el propio ayuntamiento.

Por otro lado, el servicio de asistencia de la Cordà frente al edificio del ayuntamiento atendió a un hombre que se desplomó en la calle y quedó «sin signos vitales», en la plaza Ingeniero Castells. Fue trasladado a la carpa, se le suministró medicación y se le trasladó al hospital de Manises, donde falleció, según informan fuentes policiales. En el consistorio explican que todo apunta a que fue un infarto.