Oleada de gamberrismo en l'Horta Nord. Al menos 50 vehículos han amanecido este lunes con algunos de los cristales rotos en Massamagrell y La Pobla de Farnals, una circunstancia que también se ha repetido días atrás en los municipios del Puig de Santamaría y Rafelbunyol.

Todo apunta a una oleada de gamberrismo, dado que los vehículos han aparecido con las lunas rotas, pero no se ha producido ningún tipo de robo en el interior, según ha explicado a Levante-EMV el alcalde de Massamagrell, Paco Gómez. "La Guardia Civil está investigando, pero de momento no sabemos nada de los autores de la ruptura de los cristales en más de veinte coches aparcados en la vía pública esta misma noche, la investigación está marcha", mientras los dueños están presentando la correspondiente denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Massamagrell.

Los vehículos estaban aparcados en diferentes zonas de Massamagrell, como por ejemplo en las calles Mariano Benlliure, Metge Miguel Servet, Francisco Redolat, Tirant lo Blanc y Plaça Europa, entre otros.

El Ayuntamiento de Massamagrell ha puesto a disposición de los propietarios de los vehículos dañados el depósito municipal, para estacionar los coches mientras no estén reparados los cristales, para evitar así cualquier tipo de destrozo más o un posible robo de objetos depositados en el interior o del propio vehículo

Desparece una furgoneta

Por otra parte, en Massamagrell, en la madrugada del sábado, robaron una furgoneta de los propietarios de un bar ubicado en el 'barranquet' que aún no se ha recuperado, todo ello coincidiendo con los últimos días de las fiestas mayores de esta localidad de l'Horta Nord. El vehículo estaba aparcado delante de la puerta del citado establecimiento.

Así pues, está oleada de rotura de las lunas de decenas de vehículos ha levantado la alarma en estos municipios de l'Horta Nord y son muchos los vecinos que tienen miedo a que pueda volver a producirse. Este año, en febrero, en Massamagrell ardieron al menos siete vehículos en diferentes zonas del pueblo, provocando destrozos en algunas fachadas y cableados de telefonía, por lo que hay mucha gente que tiene miedo a dejar aparcados sus vehículos en la vía pública.