La comunidad escolar de l'Horta vivió ayer una jornada atípica con una serie de protocolos que se repitieron en todos los centros escolares que arrancaron el curso. El protagonismo acaparado por los barracones en años anteriores fue usurpado por el uso de las mascarillas a partir de los seis años, las medidas implantadas por el colegio con distancias de seguridad y desinfección de elementos comunes, así como el desdoblamiento de aulas.

Cerca de 134.000 escolares desde Infantil hasta Bachiller inician en l'Horta un curso marcado por la incertidumbre y, a la vez, por la seguridad en sus aulas debido a la pandemia del Coronavirus. La jornada de ayer fue la primera aunque muchos centros continuarán la incorporación, de forma escalonada, en los próximos días. En la entrada, alumnos y alumnas saludaban a sus compañeros tras seis meses.

La crisis sanitaria ha impuesto también una bajada de ratios unida al aumento de número de docentes para garantizar que no haya más de 25 escolares por clase. Una ratio que la bajada de natalidad ya se está encargando de disminuir en Infantil, con 23.156 alumnos, 57 menos que el año pasado, y en Primaria, con 51.124 niños y niñas, 381 menos, según datos de Conselleria de Educación. En la ESO, sin embargo, cambia la dinámica con el aumento de 1.249 estudiantes, que conselleria explica por la llegada toda la generación anterior a la crisis económica que asoló al país en 2009. Es decir, este nuevo curso están los nacidos entre 2005 (4º ESO) y 2008 (1º ESO), mientras en 6º de Primaria están este curso los nacidos en 2009, que ya son menos.

Uno de los mayores operativos se desplegó ayer en Torrent donde 33 centros iniciaron el curso en 10 colegios públicos de infantil y primaria, 11 concertados, un colegio privado, cuatro institutos públicos, cuatro colegios de educación especial y tres escuelas infantiles públicas. El alumnado suma más de 30.000 personas y se incorporará de forma progresiva esta semana. Del total de centros, cuatro de ellos han pedido el uso de espacios públicos (mayoritariamente plazas) para utilizarlas como patio a la hora del recreo.

En Paterna, Mislata, Xirivella, Paiporta, Benetússer o Burjassot también hubo importantes desplieguesm con calles cerradas al tráfico y agentes de la Policía Local vigilanco los accesos. En Burjassot, los centros educativos iniciaron el curso académico de 2020-2021 en una jornada presidida por la mascarilla sanitaria y sin las tradicionales aglomeraciones de gente. Tal y como estaba previsto, el alumnado ingresó en clase de forma escalonada y se le tomó la temperatura, se procedió a la desinfección de objetos personales y se clausuraron las fuentes -posibles focos de contagio- en los recintos escolares.

Nuevas infraestructuras

La vuelta al cole para los más de 250 escolares de Infantil y Primaria del CEIP el Rajolar de Aldaia fue especial tras dejar atrás más de 10 años en barracones y estrenar un nuevo colegio, que ha supuesto una inversión de más de 5,4 millones de euros. El recinto cuenta con una superficie construida de 3.891 metros cuadrados y una extensión exterior urbanizada de 4.239 metros cuadrados y un comedor para 360 comensales. Los 18 niños del aula de infantil de dos años gratuita comenzarná el lunes que viene.

En el CEIP Ciutat de Cremona de Alaquàs el inicio de curso tiene sabor agriculde. La previsión es que las obras acaben en diciembre y que el traslado se pueda hacer en las vacaciones de Navidad para que el alumnado comience el 7 de enero. Mientras tanto, se mantienen los barracones, a excepción del alumnado de Infantil, unos 90 niños y niñas, cuyo edificio sí que ha sido recepcionado y se utiliza desde el inicio, como acordaron «de forma consensuada» la conselleria y el equipo directivo del colegio para liberar espacios de los barracones.

En Picassent, sigue en construcción el CEIP N.º 4, dentro del pla Edificant que ha adjudicado el ayuntamiento y que financia la conselleria con 6,5 millones.