Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Josep Almenar: "Cada vez que planté un árbol o peatonalicé una calle hubo quejas, pero luego la gente lo prefiere"

El alcalde de Picanya ha sido premiado en movilidad sostenible, justo cuando ha logrado retirar el tráfico de los colegios en horarios de acceso

El alcalde de Picanya, Josep Almenar, junto a uno de los carriles bici de la ciudad, ayer. f. bustamante

Después de casi cuatro décadas en la alcaldía, a Josep Almenar comienzan a llegarle los reconocimientos. El más reciente ha sido de la Generalitat Valenciana por trayectoria en políticas de movilidad sostenible.

¿Por qué cree que le han otorgado este premio?

Por lo que me han comunicado, ha sido por unanimidad de todo el jurado y se premian tantos años de apuesta por hacer una ciudad amable, con árboles, con kilómetros de carril bici y con otras medidas.

A usted se le considera un pionero en l´Horta Sud. ¿Cuando comenzó a pensar el clave de movilidad sostenible?

En el año 1979, el PSOE diseñó un programa para las ciudades que se representaba muy bien en una foto con un municipio lleno de árboles, donde había bicicletas, parques y casas de la cultura. Ese fue mi modelo y lo que he hecho en Picanya. Aquel programa incidía en las periferias y lo degradadas que estaban. Comenzamos a comprar terrenos ahí para hacer parques. Otros ayuntamientos socialistas no lo hicieron porque, cuando empezamos a redactar los planes generales en los años 80, teníamos arquitectos y aparejadores pero no paisajistas. A mí también me costó vencer resistencias técnicas pero tenía las cosas claras.

Usted siempre ha explicado que se inspiró en muchas ciudades europeas.

Sí. También por aquella época, comencé una serie de veranos en Europa en tienda de campaña con mis amigos de Alaquàs Quico Moret, Paco Pons y Elvira García, entre otros. Visitamos Suiza, Austria, Alemania, Francia, Italia, Bélgica, Holanda, ... y yo decía «esta idea me la llevo a Picanya».

¿Por donde empezó en su municipio?

Primero empezamos creando parques en las periferias y después nos dimos cuenta que las calles se quedaban muy frías. Así que empezamos a plantar árboles en todas las calles, desde principios de los años 90 y eso ya supuso quitar coches. En 1979 había en Picanya unos 50 árboles y ahora hay más de 30.000. Para ello, tuve que convencer, primero a los técnicos, y luego al vecindario. Cuando construíamos un alcorque, teníamos quejas pero yo tenía muy claro el proyecto de ciudad que quería. En las elecciones del 91 habíamos iniciado un primer plan para unas 20 calles y hubo protestas, pero resulta que tuvimos el mejor resultado. Eso ha ido pasando cada vez. Cuando nos planteamos ya en el 2000 peatonalizar muchas calles, con las ayudas del Plan Zapatero, la oposición, el comercio y algunos vecinos me dijeron de todo en un pleno. Pero seguimos con nuestra idea y se ha demostrado que das vida al pueblo porque permites actividad en la calle, lo que luego repercute en el comercio.

Es un proceso similar al que han vivido Grezzi y Ribó en València.

Sí. Yo siempre digo que ellos han copiado muchísimas cosas de Picanya. Ja, ja, ja. Y se han encontrado con los mismos problemas: reticencias iniciales y quejas. Pero luego te das cuenta de que se queja una minoría aunque haga mucho ruido y, al final, a la gente le gusta más vivir en una calle con árboles y peatonal. València tiene ahora la misma filosofía que teníamos nosotros ya en el 79 y me alegro mucho porque las políticas de movilidad sostenible van a ir a más. El Ayuntamiento de París acaba de anunciar un plan de muchos kilómetros de carril bici y que en los próximos años sacará 50.000 coches de la ciudad.

¿Cual es el balance en cifras de sus políticas de movilidad sostenible?

Tenemos más de 30.000 árboles, más de 20 kilómetros de carril bici urbano, que incluye los polígonos y ya estamos conectados con todos los municipios limítrofes, Paiporta, Torrent, València, recientemente Xirivella y ahora acabamos de construir un tramo hasta la carretera de Torrent al Alcàsser. También hemos creado una ruta peatonal en la zona dels Horts y otra hasta el polideportivo.

¿Cuál es la última medida que ha tomado?

El coronavirus nos ha permitido cumplir un objetivo pendiente desde hace 20 años: cerrar al tráfico el entorno de los colegios en horas de entrada y salida. Ahora era necesario para liberar el espacio y evitar aglomeraciones pero esta medida se va a quedar. No hace falta ir en coche a llevar al alumnado al colegio en una población como Picanya. En ocasiones da la sensación de que Picanya es una isla en el área metropolitana... En el área metropolitana estamos aún muy lejos de tener una movilidad sostenible. Hasta que no haya un gobierno metropolitano que coordine todas las políticas y tenga como prioridad una movilidad global diferente, lo que hagamos los pueblos individualmente difícilmente repercutirá en el conjunto.

Compartir el artículo

stats