El relevo en la alcaldía de Rocafort, de Ciudadanos al Partido Popular, se va a producir en un clima de tensión que sube cada día. Guillermo José (Cs) presentó su dimisión para propiciar el turno hace dos semana y se oficializó en el pleno del pasado viernes, 13 de agosto. Y el día 28 de este mes tiene que tomar teóricamente la vara de mando el popular Agustín Aliaga.
No obstante, el PP ha denunciado durante el fin de semana, a través de las redes sociales, que seis minutos antes del pleno sus ediles fueron conocedores de que el todavía alcalde, Guillermo José, había retirado todas las delegaciones a ediles y edilas de los tres grupos que conforman el gobierno (incluye también a Vox), por lo que toda la responsabilidad de la gestión pasa a la concejala Rosario Marco (Cs), al ser desde el viernes y hasta el pleno de investidura alcaldesa accidental.
En concreto, son dos los documentos que ordenó Guillermo José para vaciar de competencias al 95% del gobierno local de Rocafort. En el primero, el aún alcalde invirtió el orden de las tenencias de alcaldía, de forma que la primera, que la ostentaba Agustín Aluaga, pasó a Rosario Marco y así pudo quedarse de alcaldesa accidental.
Pero en el segundo revoca las delegaciones de las diferentes áreas que en su día concedió a todo su equipo: Agustín Aliaga Pozo, Rosario Marco Cabello, Gorka Gómez Lorenzo, Jorge Ortega Cotarelo y Sergio Herrero Rosario. Por tanto, estas competencias pasan todas automáticamente a alcaldía, cargo que tiene desde el viernes y por dos semanas Marco. En la resolución, se argumenta que “visto que esta alcaldía ha presentado la renuncia, considera conveniente revocar las delegaciones por estar conferidas por quien va a cesar en el pleno de mañana (por el viernes)”.
Los populares han mostrado su profundo malestar por la decisión y aseguran no haber recibido ninguna explicación sobre esta decisión insólita. Por su parte, fuentes de Ciudadanos indican que, al ver su conunicado, Guillermo José ha intentado contactar con ellos sin éxito. Ciudadanos afirma que, si bien el PP leyó el decreto seis minutos antes del pleno, en realidad estaba redactado desde el día anterior.
En cuanto a las causas, Cs asegura que la drástica medida fue recomendada por el secretario municipal como forma para frenar una actuación del portavoz del PP, Agustín Aliaga, “que preparaba una reserva de crédito para noviembre para realizar una contratación técnica de sonido, cuando en el ayuntamiento hay una persona encargada de estos asuntos a la que se le pagan 500 euros adicionales por el trabajo”. Y el hecho de que se aplicara a todo el gobierno es “para que no se entendiera como una decisión contra Aliaga sino contra todos igual”.
La maniobra, no obstante, cabe enmarcarla en las malas relaciones que durante todo el mandato han mantenido el Partido Popular y Ciudadanos en Rocafort, más que en un intento de frenar una contratación ya que el propio Aliaga puede activar la reserva de crédito una vez esté en la alcaldía, el día 28 de agosto. Además, Cs asegura, no obstante, que la alcaldesa accidental Rosario Marco está preparando ya las resoluciones para devolver las competencias al equipo de gobierno.
Pleno de dimisión
Lo curioso de todo el asunto es que en el pleno telemático del pasado viernes, en el que hubo algún cruce de acusaciones, ningún grupo, ni el propìo Partido Popular, hizo pública la decisión del alcalde de retirar las competencias a ediles y edilas de su gobierno. Guillermo José aseguró, entre otras manifestaciones, que se había ganado "enemistades" por querer hacer las cosas como marca la ley.
