Aún con tensión en el cuerpo estaban los miembros de la comisión El Charco de Catarroja horas después de que su falla principal cayera al suelo durante el momento de la plantá causando un herido leve que fue aplastado por el monumento y que se encuentra en el hospital a la espera de una posible intervención en el menisco de su rodilla.

Los nervios propios del día en el que pasa el jurado y se entregan los premios- la falla El Charco siempre es candidata a ganar- se sustituyeron por los de rememorar la noche y pensar todo lo que podía haber sucedido. “Podía haber sido una catástrofe”, era el sentir general no solo de la comisión sino de todos los agentes implicados que fueron pasando a lo largo de la mañana y viendo la falla en el suelo aún no se podían creer que podía haber sucedido. “Yo estaba poniendo una flor en uno de los remates subido a una escalera cuando literalmente vino una ráfaga de aire y salí volando por los aires”, explicaba Mauricio Moreira, artista del monumento afectado, que rememoraba el momento. “Es que fue como un pequeño tornado que levantó todo el monumento y lo desplazó tirándolo al suelo, no lo puedo entender, con la cantidad de peso que hay puesto en la base. He estado toda la noche pensando en si he hecho algo mal al diseñarla, si ha sido un error mío, pero he hecho otras tres fallas de Valencia y no ha pasado nada”, explicaba el artista, que llevaba plantando en esta comisión desde 2011, y que lamentaba todo el trabajo perdido en este año en el que lo han pasando mal, “aunque sinceramente lo más importante es que solo haya habido un herido porque podría haber sido mucho peor, porque en ese momento no llovía y había varias personas ayudándome a plantar. Empezó a gritar la gente y ese momento fue horrible porque no sabíamos quien había abajo”.

Uno de los más afectados fue el padre de la fallera mayor, Alba, que miraba el monumento y se llevaba las manos a la cabeza. “No paro de pensar en lo que le podía haber pasado a mi hija. Cuando vio que la falla se caía se quedó quieta y tuvo la suerte de que se quedó justo atrapada en el hueco entre los dos remates, si llega a quedarse unos metros más para allá...”, imposible continuar. Al menos repite como máxima representante en las fallas de marzo de 2022 y se aferra a esa ilusión. “Físicamente está bien, tiene un pequeño golpe en el pie pero nada que le impida caminar , ha sido más el daño moral”, explicaba el padre.

"No paraba de gritar la gente y no sabíamos quién estaba bajo la falla. Fue un momento horrible"

Juan López, vicepresidente de El Charco, prefería sacar la parte positiva. “Por suerte no había mucha gente alrededor de la falla porque estábamos la mayoría cenando . Esta comisión ya ha demostrado que sabe salir de las situaciones difíciles, que nos reforzamos y ya lo demostramos en 1988 cuando se cayó un remate”, señala.

Cremá controlada por los bomberos

El desplome de la falla hizo que ésta se desplazara, aproximándose parte del monumento principal a una de las fincas, lo que provocaba dudas sobre el procedimiento a seguir para la cremà. El jefe de bomberos de Catarroja, José Vicente Balbastre, tras valorar “in situ” la situación , decidió que “no vamos a desplazar el monumento. Consideramos que aunque hay parte de la falla que esta próxima a uno de los balcones de la finca, la altura es muy pequeña y por tanto se realizarà una cremà controlada para que no suba en exceso la llama y no provoque daños materiales”.