Humanidad. Esta es, tal vez, la palabra que mejor describa el legado que dejó Leoncio Badía y todo lo que hizo en vida. Leoncio, el «enterrador de Paterna», el republicano represaliado y condenado a «enterrar a los suyos» que ayudó a identificar a tantas víctimas de la violencia fascista. Un legado que sobrevivirá al paso del tiempo y que ha tomado forma en una escultura esculpida por el artista Nassio Bayarri.

Un homenaje que el Ayuntamiento de Paterna ha materializado, tras una primera propuesta de Compromís de abril de 2018 y una aprobación unánime del pleno, y que ya descansa ante la puerta del cementerio del municipio, conocido por ser el que alberga tantas fosas comunes con asesinados del franquismo, especialmente al acabar la guerra en 1939.

Allí, en la plaza que lleva su nombre, Leoncio Badía, se reunieron ayer los familiares del republicano, con su hija Maruja Badía al frente, así como el alcalde de Paterna, Juan Antonio Sagredo (PSPV), la teniente alcalde, Eva Pérez, y el concejal de Memoria Histórica, Julio Fernández. También acudió artista Nassio Bayarri para explicar la escultura que coronará la entrada del camposanto como un homenaje a Badía. Su ejercicio de dignidad y memoria presidirá, a partir de ahora la entrada del templo.

Objetos identificativos

Maruja llegó la primera. Aunque sorprendida al inicio por el estilo de la escultura en honor a su padre, ya que esperaba un busto, solo sentía una sola cosa: «orgullo». «Y no solo por el reconocimiento, que también, sino por la labor que hizo mi padre. Gracias a él muchos familiares han sabido donde estaban los cuerpos de los asesinados», contaba.

«Es un orgullo ser la hija de alguien que se jugaba la vida todos los días para ayudar a otros», dice Maruja Badía

Leoncio fue condenado a enterrar a los fusilados de 1939 a 1945 en Paterna, dando sepultura a centenares de republicanos asesinados por el franquismo en los años de mayor represión durante la posguerra. Y «se jugaba la vida todos los días», cuenta su hija. Guardaba trozos de tela, botones, cordones e incluso escritos para poder hacer posible una identificación de los cuerpos si todo aquello acababa algún día.

Más de 2.200 personas fusiladas

Él tenía la labor de colocar una persona encima de otra en las fosas comunes, después del fusilamiento apenas unos metros más allá, en el hoy conocido como Paredón de España, donde se fusiló a 2.238 personas. Pero siempre se llevaba algo de alguien y lo guardaba en una caja. Si los familiares venían a preguntar, les mostraba los objetos. «¿Reconoces algo?», preguntaba. También colocaba algunos en los cadáveres, que han pervivido con el tiempo.

La escultura de Bayarri está inspirada, como él explicó ayer en «valores, humanidad y valentía», que describen a Leoncio, así como en la «geometría cósmica». «Es una obra de espíritu moderno, como él era». «Busco transportar su manera de pensar a la actualidad e inmortalizar la vida de un hombre de gran humanidad», explicó.

La obra, que ha costado 50.000 euros, la ha sufragado el Ayuntamiento de Paterna, pero la idea es que la Diputación de Valencia, en su área de Memoria Histórica pueda subvencionar este homenaje. «Es algo que Paterna le debía tanto a él como a su familia», porque «ha dado esperanza a muchas familias cuyos seres queridos fueron fusilados aquí», señaló Sagredo.

«Leoncio ha dado esperanza a muchas familias cuyos seres queridos fueron fusilados aquí», dice Sagredo

La escultura inspirada en Leoncio Badía (que fue galardonado a título póstumo con la Alta Distinción de la Generalitat Valenciana en 2019) ya está ante el cementerio. Ahora, el siguiente paso será instalar una placa que explique quién era, qué hizo y cuál fue su misión.

La obra de arte está fuera. Y hasta eso es simbólico. Leoncio salió y, gracias a él, muchas más personas están dejando las fosas donde yacían desde hace décadas.

Sagredo negocia con los dueños del Paredón su puesta en valor

Los terrenos son privados pero el consistorio media para poder crear un espacio de recuerdo

El alcalde de Paterna, Juan Antonio Sagredo, está de nuevo en conversaciones con los dueños del terreno donde se encuentra el Paredón de España, la empresa promotora del llamado Ecobarrio, para poder convertir el espacio en un lugar donde recordar a las víctimas y ponerlo en valor.

El ‘terrer’, que es hoy de propiedad privada y forma parte de un PAI, conserva las marcas de las cientos de balas que asesinaron a miles de personas tras ser condenadas por el régimen franquista al terminar la Guerra Civil. Pese a que sí se realizan actos conmemorativos de forma puntual, como el 14 de abril o el 1 de noviembre, todavía no hay elementos que lo conviertan en un homenaje en sí mismo, algo en lo que trabaja el primer edil del municipio de l’Horta Nord.

Paralelamente, la Conselleria de Calidad Democrática de la Generalitat Valenciana, trabaja desde hace meses para declarar el Paredón de España, Lugar de Memoria de la Comunitat Valenciana. De hecho, ya anunció hace unos meses el inicio del expediente para su declaración como tal y su inscripción en el catálogo de lugares e itinerarios de la memoria democrática de la autonomía.

Por otra parte, el Ayuntamiento de Paterna está tramitando una modificación del PGOU para incluir, en el Catálogo municipal de Bienes y Espacios Protegidos como Bien de Relevancia Local, el Paredón de España, el Camí de la Sang y las fosas comunes del cementerio del municipio.