El Puig: patrimonio, cultura y gastronomía junto al mar

El municipio de l’Horta Nord cuenta con afluencia turística durante todo el año gracias a las visitas guiadas que ofrece por su historia y por sus espacios naturales

El Monasterio de Santa Maria del Puig, al anochecer.

El Monasterio de Santa Maria del Puig, al anochecer. / Begonya Lopez

T. Giménez

La unión perfecta de gastronomía, playas, patrimonio, singularidad y calidad. El Puig de Santa Maria es una localidad mediterránea que ha conseguido la distinción de Municipio Turístico de Relevancia gracias a su gran variedad de atractivos que le ha llevado a convertirse en una alternativa ideal de ocio al ofrecer actividades y rutas durante todo el año. 

El Puig aúna tradición e innovación, singularidad, hospitalidad y calidad de servicio y se ha convertido en un destino amigable, sostenible y accesible. Cuenta con afluencia durante todo el año gracias a las visitas guiadas que ofrece por su rico patrimonio cultural. Es posible visitar uno de sus monumentos más emblemáticos, el Monasterio de Santa María del Puig, erigido por la orden de Jaume I en 1237 y declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1969, así como darse un paseo por los claustros, capillas y patios de la Cartuja Ara Christi, declarada Bien de Interés Cultura en 1996. Además, también cuenta con la opción de visitar el Castillo de Jaume I, la Torre de Guaita y el conjunto de Refugios y Trincheras, uno de los mejor conservados de la Comunitat Valenciana.

El municipio también tiene el Museo de la Imprenta y las Artes Gráficas, siendo el primero de España y el segundo más importante de Europa. En su interior se puede encontrar una réplica de la prensa de Gutenberg y un taller de imprenta del siglo XV. En cuanto a los bienes de relevancia local, el Puig cuenta con la ermita de Sant Jordi, el Fumeral de la Conserveta y el retablo de la Mare de Déu.

Para los amantes de la naturaleza, el Puig también puede ser ese lugar de relajación y desconexión con rutas por diferentes ecosistemas naturales: la huerta, el marjal, las dunas, la montaña… A través de este paseo se pueden observar las aves que habitan en las zonas húmedas y en los ecosistemas dunares, así como disfrutar de la diversidad de paisajes abiertos al mar Mediterráneo. 

La Cartuja de Ara Christi, en el Puig.

La Cartuja de Ara Christi, en el Puig. / ED

El Puig presume de contar con cinco playas a lo largo de su litoral, tanto de arena como de piedras, con una longitud de cuatro kilómetros. Todas ellas están muy bien equipadas y cuentan con duchas, pasarelas, servicio de vigilancia e instalaciones lúdicas para los más pequeños. Para los que busquen más tranquilidad, el Puig también cuenta con calas.  

En cuanto a la gastronomía, el Puig apuesta por la cocina mediterránea saludable que fusiona tanto la tradición como la innovación y promueve la sostenibilidad, la autenticidad y la credibilidad. Por ello, se ha creado el Club de Producto Gastronómico «Saborea El Puig», formado por 12 empresas que ofrecen una oferta cultural y gastronómica con diversidad de propuestas elaboradas con ingredientes de la huerta valenciana, de km 0 y productos con denominación de origen Comunitat Valenciana. El Puig está adherido a la Red GastroTurística de la Comunitat Valenciana, impulsada por Turisme CV, con la marca «L’Exquisit Mediterrani», como imagen de excelencia del producto agroalimentario. 

Asimismo, también destacan las diversas fiestas que se realizan a lo largo del año, como la fiesta de Sant Pere Nolasc, que se celebra el último domingo de enero, en la que los clavarios elaboran las típicas calderas de arròs amb fessols i naps y las reparten entre todos los visitantes que deseen degustarlas, o sus fiestas patronales en septiembre en honor a Santa María de los Ángeles, con espectáculos musicales, cabalgata y castillos de fuegos artificiales.