La emotiva despedida del sacerdote de Alaquàs

Vicent Estarlich, párroco de la Asunción, comunica a la feligresía que se marcha por jubilación y desvela su estado de salud

El sacerdote Vicent Estarlich, al centro, con la clavaría de sant Antoni.

El sacerdote Vicent Estarlich, al centro, con la clavaría de sant Antoni. / JL Hornos

Después de más de 30 años al frente de la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora de Alaquàs, el párroco Vicent Estarlich ha anunciado su marcha por jubilación. Y lo ha hecho con una emotiva carta que ha dirigido a la feligresía a través de la publicación parroquial, en la que también detalla su precario estado de salud de los últimos años y las razones por las que ahora da el paso de retirarse. Asimismo, en una homolía reciente lo comunicó.

Según el escrito, cuando cumplió los 70 años, este sacerdote ya quiso jubilarse pero "era tiempo de la covid-19 y no era momento de mover nada". Además, Estarlich revela que durante el curso pasado cayó enfermo, lo que le obligó a someterse a terapia médica y psicológica que, poco a poco, fue surtiendo efecto y permitiendo que mejorara. "Fueron tres veranos sin vacaciones y mi cuerpo se había desestabilizado", reconoce sinceramente el cura.

"Fueron tres veranos sin vacaciones y mi cuerpo se había desestabilizado"

Vicent Estarlich

— Párroco de la Asunción de Alaquàs

Aunque este curso ya no debería haberlo comenzado al frente del templo por recomendaciones médicas, las circunstancias hicieron que siguiera un poco más de tiempo. Pero con el inicio de 2023, su salud se agravó y contactó con la autoridad eclesiástica para pedir su jubilación, que se pactó para el final de este semestre, cargado de actividades como la catequesis, las comuniones, la Semana Santa o las fiestas del Barrio del Carmen.

El Arzobispado inició las tareas para buscar un sustituto y ambas partes establecieron que se anunciaría una vez el relevo estuviera claro y también hubiera pasado la Semana Santa. Por ello, ahora es público que en junio se marchará. "Dejo la parroquia y paso a ser jubilado. Dejo la casa parroquial y me voy a mi casa", ha escrito el sacerdote en la comunicación a la feligresía.

Una intensa trayectoria

Vicent Estarlich llegó a Alaquàs a mediados de los años 90 y fue asignado a la iglesia de la Asunción, situada junto al Castell. Una de las primera tareas que hubo de afrontar fue la rehabilitación integral del bello templo, construido en los primeros años del siglo XVI pero sometido una centuria después a una reforma que le confirió su aspecto barroco, con valiosos esgrafiados en sus muros interiores y un pasadizo elevado que conectaba la zona del coro con el palacio.

Firma de un convenio con el exalcalde, Jorge Alarte.

Firma de un convenio con el exalcalde, Jorge Alarte. / A.A.

Esta fue la que se considera su principal contribución en el terreno artístico cultural, así como la creación de una especie de museo con obras de valor titularidad del templo que, no obstante, no puede visitarse. También se reconoce el impulso que en su etapa ha tenido la obra social del propio templo, que tiene su máxima expresión en el grupo de Cáritas, un colectivo muy valorado en la población.

Dentro de la Iglesia valenciana, Vicent Estarlich forma parte del Grup de Capellans del Dissabte, donde se mantiene activo en la defensa de un cristianismo social. De hecho, fue uno de los firmantes del manifiesto que distintas personalidades entregaron al nuevo arzobispo, Enrique Benavent, en el que reclamaban acciones a favor de la justicia social y en numeroso ámbitos.

Estarlich, a la izquierda, en un acto de las Operarias Catequistas.

Estarlich, a la izquierda, en un acto de las Operarias Catequistas. / L-EMV

Discrepancias con las clavariesas

En el otro extremo, Vicent Estarlich es conocido en el municipio por sus tensas relaciones con los grupos festeros que pertenecen a esa parroquia, que tuvieron su punto álgido cuando en el año 2014, el consejo parroquial acordó suprimir las dos clavarías de mujeres (la de los Dolores y la de la Asunción), con el argumento de que se habían convertido en una actividad de lucimiento y tenían poco respaldo social. Desde entonces, se ha producido un tira y afloja entre las diferentes promociones de clavariesas de los Dolores, que quieren recuperar su derecho a ser festeras de forma oficial y a procesionar con la imagen de la Virgen, y al cura, que opta por mantener la supresión.

El últimpo capítulo de este enfrentamiento se escribía en Semana Santa, cuando las clavariesas de este ejercicio hicieron público un comunicado en el que explicaban que no habían salido en la procesión porque el sacerdote se negaba a reconocerlas como clavaría, un asunto que siguen peleando en otras instancias eclesiásticas.