Sin clavariesas en la procesión de Alaquàs por "discrepancias" con el párroco

Las festeras de los Dolores no desfilaron al negarse de la iglesia de la Asunción a reconocer oficialmente la clavaría

Desfile de las clavariesas de los Dolores, cuando eran 'basquinyes' con el estandarte que sustituye a la Virgen.

Desfile de las clavariesas de los Dolores, cuando eran 'basquinyes' con el estandarte que sustituye a la Virgen. / CD2021

La fractura abierta entre los distintos grupos de festeras de los Dolores de Alaquàs, que se suceden cada año, y la parroquia de la Asunción, situada junto al Castell, desde que el consejo rector de esta comunidad cristiana decidiera suprimir las clavarías de mujeres (la mencionada y la de la Asunción), ha dejado un nuevo capítulo durante la pasada Semana Santa. Las clavariesas de los Dolores han hecho público un comunicado en el que informan de que no participaron en la procesión por las "discrepancias" que siguen existiendo con esta iglesia.

"Desde la Clavaria de los Dolores 2021 (la titular actual ya que la pandemia modificó los tiempos), queríamos comunicar que no hemos participado sacando a nuestra Virgen de los Dolores en Semana Santa por discrepancias con la iglesia y lamentablemente no haber llegado a ningún acuerdo", explican las festeras a la población a través de su cuenta de Facebook. El comunicado ha suscitado numerosas adhesiones a su postura del vecindario, en general, y de personas que estuvieron en su posición en años anteriores.

El asunto se remonta a octubre de 2015 cuando el consejo parroquial de la iglesia de la Asunción decidió suprimir las dos clavarías de mujeres por considerar que la procesión de las fiestas mayores se había convertido en un "acto de lucimiento personal" en referencia a los vestidos que, como establece la tradición, lucen las festeras (habitualmente negros, largos, con vuelo y con teja y mantilla). La decisión no afectó, no obstante, a la clavaría masculina del Crist de la Bona Mort, que también depende de ese templo, aunque los festeros hombres también estrenan cada año trajes y corbatas.

Clavariesas de los Dolores, en su participación en 2022 en el desfile de las fiestas como 'basquinyes'.

Clavariesas de los Dolores, en su participación en 2022 en el desfile de las fiestas como 'basquinyes'. / CD2021

Las negociaciones que el colectivo de festeras de 2016 emprendió con el párroco, Vicent Estarlich, la propia parroquia e incluso con el Arzobispado no llegaron a buen puerto sino que las clavarías quedaron eliminadas y, con ello, la participación de las mujeres en las fiestas desde la vertiente religiosa. Con todo, los grupos de clavariesas se han sucedido cada año sin reconocimiento oficial porque la fiesta de los Dolores tiene gran arraigo en cierto sector de la población y la tradición pasa de madres a hijas.

Con el tiempo, las festeras volvieron a organizar sus actividades tradicionales, crear otras nuevas para poner en valor su historia e incluso a desfilar durante el día que tenían adjudicado en las fiestas mayores de septiembre pero en un acto no considerado procesión, desde el punto de vista religioso. De hecho, la imagen de la Virgen de los Dolores no sale del templo sino que las festeras encargaron una especie de estandarte en el que se reproduce la figura de la advocación, que es el que acompaña el recorrido.

No obstante, cada año el grupo de clavariesas que revive la tradición no ha dejado de intentar reconducir la situación y normalizar la celebración. Pero hasta la fecha no ha sido posible. En el caso de este año, el conflicto ha salpicado a las celebraciones de la Semana Santa, al decidir las festeras no participar y hacerlo público, en tanto en cuanto no sean reconocidas como clavaría, tal y como alguna de ellas ha explicado también a través de las redes sociales.

"Respecto a la Semana Santa, hay aclarar que nuestra decisión se mantiene porque, según el cura, no somos clavariesas. Así es que no vamos a salir cuando él quiera y hacer la fiesta que a él le interesa", ha expresado una de las clavariesas, que lamenta la situación.

"Nuestra decisión se mantiene porque, según el cura, no somos clavariesas. Así es que no vamos a salir cuando él quiera y hacer la fiesta que a él le interesa"

"Las clavariesas de los Dolores llevamos muchos años luchando para mantener unas fiestas y tradiciones que ciertas personas están dispuestas a quitarnos. Lo que no saben que la 'Dolorosa' es una fiesta que pasa de madres a hijas. Y siempre que las chicas de nuestro pueblo estén dispuestas, la vamos a mantener. Si no nos quieren dejar la Virgen por una decisión que no tiene ni pies ni cabeza, las clavarieses saldremos con el estandarte para mantener nuestra cultura", advierte esta mujer.

Llamada al entendimiento futuro

La clavaría, no obstante, no ha tirado la toalla en el conflicto y aún espera que se redonduzca de cara a las fiestas. "Esperemos que en un futuro las discrepancias entre la iglesia y la clavaría se disipen y podamos restablecer los compromisos entre clavaría e iglesia", manifiestan en su comunicado conjunto, al tiempo que afirman estar "luchando para que esta tradición pueda continuar con naturalidad y de la mejor manera posible (...) sin ningún tipo de restricción".

Un grupo de mujeres asumió una clavaría masculina en 2017



Una de las consecuencias que tuvo la supresión de las clavarías de mujeres en Alaquàs por parte del consejo de la parroquia de la Asunción fue que <strong>un grupo de mujeres decidió en 2017 asumir la fiesta de Sant Miquel, incluída la organización de la 'cordà' menor, en manos de hombres desde su nacimiento</strong>. En este caso, la fiesta relacionada con el arcángel depende de la iglesia de la Mare de Déu de l'Olivar, donde tanto la comunidad parroquial como el sacerdote acogieron muy bien la iniciativa.

En Alaquàs existen actualmente tres parroquias. Además de las dos mencionadas (Asunción y Olivar), existe la de la Santísima Cruz. Y respecto a las clavarías, tras la supresión de dos de ellas en 2015, se mantienen la de Sant Miquel, la Mare de Déu de l'Olivar (ambas dependientes de este último templo) y el Crist de la Bona Mort (adscrita a la Asunción), todas ellas vinculadas tradicionalmente a grupos de hombres aunque en alguna ocasión, de forma excepcional, han sido mujeres las encargadas. En la <strong>Cofradía de la Mare de Déu de l'Olivar</strong> (que actúa los años en los que no surge un grupo de clavarios) conviven mujeres y hombres cada año como miembros y como mayorales, igual que en la Cofradía de la Santísima Cruz.